Raquel Pérez Cuevas
Presidenta del Consejo Regulador
«Los 'cosechones' de 400 millones de kilos de uva en Rioja no van a volver»La dirigente de Rioja avanza que ya se trabaja en un nuevo plan estratégico y sigue sin ver el arranque como una solución en sí misma
Es la primera presidenta de la DOCa Rioja, precisamente, el año de su centenario. Con un currículo intachable –ingeniera agrónoma, enóloga, estudios de ... marketing, un MBA y tres idiomas– fue vicepresidenta de la agrupación bodeguera Grupo Rioja de 2012 a 2025 y asumió el liderazgo de la misma casi en vísperas de su elección. Predestinada a ser la sustituta de Fernando Ezquerro (cooperativas) –en ese sistema rotativo que quienes dominan el sector se reparten la presidencia cada cuatro años– Raquel Pérez Cuevas (Quel, 1974) avanza que Rioja trabaja ya en un nuevo plan estratégico y, si bien sigue sin creer en el arranque de viñedo más allá de como una «medida más», deja claro que los tiempos de la sobreproducción se han terminado: «Los 'cosechones' de 400 millones de kilos en Rioja no van a volver».
– ¿Qué espera de estos 4 años?
– Lo que más me gustaría es reforzar la unidad del sector. Las decisiones en tiempos complicados hay que tomarlas juntos. Ya estamos trabajando en un nuevo Plan Estratégico, tras el que desarrollamos para 2021/2025, y me gustaría que este tiempo sirva para diseñar dónde queremos que Rioja esté en el futuro y haber tomado las decisiones que nos lleven hacia allí. Rioja hay que repensarla a largo plazo, pero las medidas se tienen que tomar a corto.
«En Francia se ha estado arrancando con 4.000 euros de prima, aquí nadie lo hubiera hecho»
– Me cita usted el anterior Plan Estratégico 2021/2025, pero apenas sí atinó en alguna previsión...
– En este periodo no han podido suceder más cosas: la pospandemia, Ucrania, inflación, aranceles, Brexit, bajada de consumo a nivel mundial... Toda esta serie de circunstancias externas en una coctelera que afectan al resultado. A lo mejor no se ha acertado con el volumen de ventas previsto, pero hay líneas de trabajo que sí merecían la pena. Ahora vamos a ver qué es lo que considera el sector. Yo creo que nos está pidiendo que seamos valientes.
– Ha sido una campaña muy dura en rentabilidad, por precios y producción, para el sector viticultor ¿No debería velar también el Consejo por la sostenibilidad de la cadena?
– Uno de los pilares del Consejo Regulador es proteger el origen y es lo que se ha hecho. Era un año en que ya nos habíamos autorregulado con un 90% de rendimiento máximo en campo y del 69% en transformación. Esa medida de proteger el origen con los rendimientos municipales y con una cosecha tan corta como venía fue muy importante. En cuanto a precios, hay una creencia de que se puede actuar, pero el Consejo ni puede ni fija precios.
– Me refería a algún mensaje de que los viticultores siguen siendo necesarios, cosa que no hizo tampoco su predecesor y, por cierto, su propio representante.
– Estamos trabajando para que mejoren las condiciones, tanto para los viticultores como para las bodegas, con la idea de volver a la senda de mayor rentabilidad, pero el Consejo ha hecho este año lo que tenía que hacer. La medida que se tomó de marcar los rendimientos por pueblos respondía a una situación cierta. Era necesario y, a partir de ahí, sí que estamos trabajando para que haya mayor rentabilidad pero también tenemos que mirar cómo están las ventas de vino. De hecho, han subido los precios de la uva, pero, al haber menos cosecha, la situación es más incierta.
– Hablemos de ventas de vino. Están estancadas entre 230 y 240 millones, las cifras de pandemia. ¿Es lo que hay para el futuro?
– Como decía, está por hacer un nuevo plan estratégico y habrá que ver la situación desde muchos puntos de vista. Seguimos siendo la primera denominación de España en exportación, con el 38% el volumen y en valor algo más del 40%. Nosotros el año pasado en exportación crecimos el 4,5%, mientras Burdeos perdió un 12%. Es decir, la situación aquí en Rioja no es tan catastrófica como en otras zonas del mundo. Lo que no podemos hacer ahora es ahondar en el pesimismo. Tenemos que ser realistas, eso no lo niego, pero tampoco podemos caer en que todo es malo. Yo he llegado a esta casa como presidenta y me ha sorprendido el dinamismo que hay, con el trabajo con la inteligencia artificial en los viñedos o con las campañas de promoción, que han sido muy acertadas por el centenario. Era una efeméride para festejar, pero sobre todo para decir que no hay otra DOP en España con cien años, y eso es por algo.
– Con 240 millones de litros de ventas y la capacidad productiva por encima de 300 millones de litros. Si no hay arranques de viñedo, ¿cuál es la solución?
– No hay una única solución. Lo primero que hay que hacer es trabajar en nuestra propia autorregulación, en el control cierto de los rendimientos y también en el control de la calidad de los vinos en producto terminado. Lo mismo que en el reinjerto a variedades blancas, porque seguimos pensando que tenemos recorrido en vinos blancos. También tenemos la herramienta de la promoción. Pero, además, en ese plan de reequilibrio está contemplado el arranque de un 5% del viñedo. Es decir, es una medida que está en la mesa, pero no la única.
– En junio se creó una comisión en el Consejo para este tema y ni siquiera se ha reunido...
– Hasta ahora Europa no permitía las ayudas con fondos comunitarios. En Francia se han estado aportando 4.000 euros por hectárea para arrancar y aquí está claro que nadie iba a quitar una cepa a ese precio teniendo además la opción de la cosecha en verde. Ahora que Europa está aprobando que se pueden emplear fondos comunitarios para el arranque es el momento de sentarnos en la mesa y tratar ese tema.
«El Consejo ni puede ni fija precios; ha hecho lo que debía con los rendimientos por pueblos»
– En su día se dijo que Rioja optaba por la cosecha en verde para ganar tiempo. Han pasado tres años y la sensación es que apenas se han tomado medidas.
– Hace unos años teníamos 930 o 920 millones de litros de stock. Ahora vamos a estar en 750. En Burdeos van a pasar de unas 120.000 hectáreas a 92.000. Es decir, se han planteado eliminar casi 30.000 hectáreas. El sector de Rioja ha hecho los deberes. Se ha autorregulado con rendimientos del 90%, la promoción se ha enfocado más hacia la venta y nuestras ventas no han caído tanto como en Burdeos o en California. Las medidas tomadas sí que están dando sus frutos.
– Efectivamente, las existencias se han reducido, incluso la ratio se ha equilibrado. pero no ha tenido su efecto en elevar los precios de la uva. ¿No es un 'arreglo' ficticio por dos cosechas muy cortas por motivos naturales?
– Es cierto que la naturaleza nos ha traído dos vendimias muy escasas, pero también esos 'cosechones' de 400 millones de kilos no van a volver. Desde que se crea la Interprofesional, hace más de 20 años, se han plantado cuatro mil y pico hectáreas, de las cuales 2.500 son de blanco. Hablar de viñas de 20 años no es lo mismo que de cepas de 7 o 10 años. Las viñas ahora son más viejas y el cambio climático es también una realidad. Habrá más cosecha, pero también tomaremos medidas, y no creo que vuelvan los 'cosechones' de antes. Sí que es verdad que hay una realidad sobre la mesa, y eso ya lo adelanto: las ventas el año que viene no van a crecer, sino que volverán a bajar porque tenemos la cosecha más corta de la historia reciente y, además, de gran calidad con lo que el vino se va a meter en barrica para crianza. La falta de vino joven va a hacer bajar las ventas, pero, a partir de ahí, tendremos que ir viendo cómo vamos afrontando la situación.
– ¿Vamos hacia un control de rendimientos por parcela? ¿Es sostenible ese sistema para el viticultor con los precios actuales?
– Ha habido unos precios de la uva que han mejorado, y también los graneles. Y, por otra parte, uno de los objetivos del plan estratégico tiene que ser también estudiar las diferenciación en cuanto a la calidad de uvas.
– ¿Tiene algún plan para proteger el viñedo viejo?
– Especialmente el viñedo viejo de calidad. Sí, se están estudiando medidas, más allá de que ya hay algunas tomadas como un pago menor en el Consejo que el viñedo joven.
– ¿Se volverá a pedir cosecha en verde para el 2026?
– Lo decidirá el sector. Son fondos europeos y será el sector el que decida.
«Decidirá el sector si se necesita; a mí me gustaría que fuera para los viñedos de menor calidad»
– Son fondos públicos, europeos y también complementados por la Administración regional. ¿Ve razonable seguir con una medida cuyo fin era coyuntural?
– Lo hablaremos en el propio sector. A mí sí me gustaría que fuera una medida para proteger la calidad. Es decir, que la cosecha en verde se haga en los viñedos de menor calidad y también que sea también una medida de crisis. Es decir, si tiene que llegar a más gente pero con menos importe, pues adelante. Tiene que ser una herramienta de crisis.
– El vino es ahora mismo un sector crítico para los bancos y lo estamos viendo en las refinanciaciones ¿Lo peor está por venir?
– Lo que tengo claro es que Rioja va a seguir y saldrá de esta crisis con fortaleza. Como en todas las crisis, un adelgazamiento puede haber, pero eso a veces supone también más fortaleza, quizás una Rioja mejor, más preparada para el futuro y más fuerte.
«Como en todas, un adelgazamiento puede haber, pero a veces supone salir con más fortaleza»
– ¿Se ha equivocado el sector en la planificación histórica? Siempre se habló de superficies, pero nunca de precios.
– Es fácil mirar para atrás con los ojos de ahora y analizar medidas que se tomaron en otros contexto. Estamos hablando de decisiones que se adoptaron hace 30 años, cuando Rioja y el vino estaban de moda y se podía crecer. No seré yo quien juzgue esas medidas ahora. Vendemos 330 millones de botellas, y mi pregunta es si eso es bueno o es malo para ser conocidos en el mundo Al entrar ahora como presidenta, he visto cómo otras DOP te miran con admiración y hablan de Rioja como pionera. En esta denominación nos gusta ver el vaso medio vacío, pero tenemos que dialogar mucho, ser valientes y tomar medidas, que algunas serán dolorosas, pero creo que el valor colectivo y la unión tiene que primar ahora.
– Me remite siempre a hace 30 años sobre las decisiones de plantaciones, pero su asociación, que también preside, el Grupo Rioja, quería plantar todavía en 2019 porque supuestamente íbamos a vender 300 millones de litros. ¿Nos pasamos de frenada?
– Entonces fue el sector el que decidió que no se plantaba más y fue mi grupo bodeguero quien atendió esa petición mayoritaria. Los hechos avalan las decisiones y Grupo Rioja votó a favor de no seguir creciendo.
– Usted trabaja también en Ribera del Duero y Rueda, que están llevando mejor la crisis de ventas tras la pandemia. ¿Tiene Rioja un problema en algunos mercados?
– Rueda es una denominación de blancos y, en todo caso, no podemos obviar tampoco las cifras absolutas. Rioja vende 330 millones de botellas y Rueda, 120 millones. Es decir, las dimensiones no son iguales y menos con Ribera del Duero. Rueda trabaja con blancos, que ahora están muy de moda, y nosotros, que empezamos con los blancos en el 2007, ya somos la segunda DOP en blancos en volumen. En cuanto a Ribera, este año ya los precios de la uva han sido inferiores a los de Rioja...
– Es cierto que hubo unas tablillas muy polémicas, pero no sé si se puede hablar de precios más bajos y, desde luego, sus vinos nos han desplazado de no pocas barras y cartas del país.
– Yo creo que los precios han sido este año inferiores a los de Rioja. En todo caso, Ribera del Duero está también planificando su futuro y lo hará con las armas de que disponga, pero yo creo que Rioja está muy preparado por su diversidad de variedades, tanto en tintas como en blanco, por los estilos de elaboración, clásicos y modernos, e incluso nuevos productos como los espumosos. Rioja se está volviendo a poner de moda con todos estos nuevos movimientos de pequeños viticultores, con su centenario y con la promoción que se ha hecho y se está haciendo del mismo.
Una gran compañía con presencia en Rioja, Rueda y Ribera
Con una facturación de más de 44 millones de euros en 2023, según el ranking de 'Informa D&B', Ontañón, la compañía que dirige Raquel Pérez Cuevas trabaja en varias regiones vitícolas además de Rioja (Ribera del Duero, Rueda y Navarra) y cubre casi todos los segmentos de mercado, desde los lineales (es proveedor de Mercadona en las tres principales DOP del país) hasta la gama premium con Queirón. Pérez Cuevas ha liderado la expansión de esta compañía creada por su padre, Gabriel, y fue elegida presidenta con el apoyo del 100% de la rama productora del Consejo Regulador, aunque, sorprendentemente, no logró el respaldo del resto de organizaciones del sector comercial, más allá del Grupo Rioja que también preside, algo a lo que resta importancia: «Es cierto que Abra votó en negativo y luego hubo las abstenciones de ABC y Araex, pero, prácticamente, fue una elección por unanimidad». «Agradezco a la parte productora su confianza y, en cuanto al resto, soy de las que me gusta siempre ver la copa medio llena. Creo que estas asociaciones sabían que su abstención no tenía repercusión, así que no le doy más transcendencia».
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