El Legado. Una bodega convertida en aula didáctica
El Legado se ubica en uno de los muchos calados que se esconden en el subsuelo de Cenicero. Su producción es limitada, pero constituye un tesoro para entender la elaboración más tradicional
La bodega El Legado Ancestral, en Cenicero, constituye un tesoro bajo tierra. Ángel y Marina han recuperado uno de los muchos calados –alrededor de 300– ... que horadan el subsuelo de la localidad desde el siglo XV y lo han convertido en un aula didáctica para que los enoturistas vean en qué consiste la tradición elaboradora riojana a la vez que escuchan el magisterio que ellos imparten, con unas explicaciones llenas de anécdotas y chascarrillos, y expresadas con una pasión contagiosa. Esta actividad la llevan desarrollando desde el 1 de abril de 2021.
La bodega, sin perder su identidad ni tampoco su carácter tradicional, ha sido acondicionada para proporcionar una experiencia atractiva y sobre todo, muy formativa tanto para los expertos como para los desconocedores del mundo del vino.
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El Legado
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Incluye: Visita a la bodega y a los calados, además de la degustación durante la visita de los vinos Legado Ancestral, maridado con tapas sorprendentes muy ricas de la tierra
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Duración: 2 horas
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Precio: 20 euros
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Horario: Fijar con reserva previa
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Desde el viñedo
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Incluye: Visita especial por los viñedos más bonitos de la propiedad, con un paisaje y unas vistas impresionantes. Se explica todo sobre los viñedos que se ven, el momento del ciclo vegetativo y las labores que se están desarrollando. Se incluye un almuerzo con vinos riojanos acompañado de vino Legado Ancestral.
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Duración: 2 horas
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Precio: 40 euros
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Horario: Fijar con reserva previa. Mínimo, 6 personas
Ángel recibe a los enoturistas en la puerta y los hace cruzar el quicio donde ya les espera uno de los espectaculares lagares a donde llegaba la uva (estuvo en uso hasta 1988), que entraba por una apertura en la fachada de la bodega, desde el remolque bien directamente o bien a través de comportillos como el que verán los visitantes. Ese lago tiene una capacidad de 1.500 cántaras o lo que es lo mismo, 24.000 litros.
En El Legado, el visitante no va a encontrar modernas tolvas (el grano se extrae manualmente del racimo), ni mesas ópticas de selección, ni siquiera los grandes depósitos de acero inoxidables con remontado mecánico y totalmente digitalizados. En El Legado se va a a aprender cómo se hacía el vino antes incluso de que Rioja fuera Rioja.
En el lago, donde se pisaba la uva, se descubrirá incluso el filtro que se utilizaba tradicionalmente para 'colar' el mosto: una gavilla de sarmientos y una teja para que no se moviera. El líquido salía por la espita que se encuentra al otro lado del muro de piedra de sillería. Se trataba del vino lágrima, corazón o el de trasnocho (más concentrado).
Bajando las bonitas escaleras que dan acceso al calado más profundo –a 13-15 grados de temperatura y con un 80% de humedad– con bóveda de cañón y arcos de medio punto, el enoturista va escuchando las explicaciones del porqué de aquellos estrechos pasillos, pero también la razón de la altura de los escalones, que luego acaba de comprender cuando accede a la cueva principal donde descubre una gran barrica centenaria de madera –fudre– que los cuberos montaron primero en la tonelería, después numeraron las duelas para no alterar el orden, lo desmontaron y luego volvieron a montar en el interior del calado porque era imposible introducirlo entero por aquellas estrecheces.
El fudre se colocó sobre las durmientes, cuyo tamaño justifica la explicación de Ángel, antes de mostrar al visitante elementos tan icónicos en cualquier bodega de Rioja como los pellejos que servían para transportar el vino o la 'cántara', la medida oficial utilizada por las transacciones.
El recorrido continúa con lo que es la actual sala de elaboración y con la que Ángel bromea que será «la bodega más pequeña de toda la Denominación, porque apenas son 19 metros cuadrados», pero también advierte que «un gran vino surge del encuentro mágico de los terruños, un clima y los hombres», por eso, él trata de propiciar ese encuentro para obtener un gran vino.
Un audiovisual proyectado en el suelo de esa pequeña zona de elaboración, entre unos pequeños depósitos de acero inoxidables y apenas tres cubas de roble francés 500 litros, junto a otras más convencionales, ayuda a comprender el proceso y a entender el mimo y cariño que los titulares de El Legado ponen a sus vinos.
Ahí Ángel escenifica el remontado para romper el 'sombrero' de los depósitos con la misma claridad con la que antes había explicado como al bajar a los calados los vinicultores se hacían acompañar de una vela encendida que descolgaban casi a ras de suelo para identificar el temido 'tufo' (dióxido de carbono) que tantas vidas se ha cobrado en La Rioja.
Los antiguos depósitos de hormigón que la pareja encontró al adquirir los calados han sido transformados ahora en el botellero de la bodega. Se divide por añadas y es el vino Exencia de Ángel el que adquiere una mayor relevancia, por ser el tope de gama de la firma de Cenicero, y del que apenas se elaboran cada año 1.450 litros.
El visitante no va a encontrar modernas tolvas, mesas de selección óptica ni grandes depósitos
El Legado expone la forma tradicional en la que durante décadas se elaboraba el vino en Rioja
La producción global es pequeña. De Exencia de Ángel, el vino tope de gama, se hacen 1.450 botellas
Ese vino sirve, además, para homenajear al abuelo. La etiqueta recoge –sin rostro–, la figura del predecesor, engalanado con traje el día de su boda. Las botellas de esta referencia descansan en botellero presidido por la frase 'lo que fue, antes de ser'.
La despedida de la bodega se hace después de probar –en una coqueta sala de catas también con las funciones de tienda y wine bar– de alguno de los caldos que El Legado elabora, y también después haber admirado una prensa de la época y que todavía se podría usar si fuera necesario.
Ángel explica que aunque Cenicero contó con 285 calados, únicamente hubo en la localidad 23 prensa, cuyo uso se dejaba, pero no se cobraba alquiler al vecino.
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