Europa autoriza a Francia nuevos arranques de 30.000 hectáreas

En concreto, Francia solicitó autorización a la CE para financiar el arranque de 30.000 hectáreas de viñedo en todo el país, con una prima que aportará el estado francés de 4.000 euros por hectárea. En su conjunto, 120 millones de euros. A cambio de esas subvenciones, los agricultores deberán renunciar a los derechos para volver a plantar y también a solicitar nuevas autorizaciones en las seis próximas campañas vinícolas, de 2024 a 2029.

La argumentación se justifica formalmente por las consecuencias que la guerra de Ucrania está teniendo sobre el sector primario francés, aunque con esta medida el Ministerio galo trata de dar una respuesta estructural a la crisis de sobreproducción de vino por la caída del consumo interno y externo y el intento de equilibrar volúmenes de producción a largo plazo.

Previamente, Francia ya recibió también el visto bueno de las autoridades comunitarias –en noviembre de 2023– para poner en marcha un plan de arranque en la zona de Burdeos que entonces se justificó como una medida de lucha contra la flavescencia dorada, una enfermedad de la vid de rápida expansión y de graves consecuencias sobre la producción ante la existencia de viñedos abandonados por falta de rentabilidad.

Dicho plan se limita al departamento de la Gironde (donde está la apelación de origen Burdeos) y financia con 6.000 euros por hectárea el arranque de vides para el cambio de uso de las superficies a terrenos forestarles o naturales o la diversificación de cultivos (otros ajenos a la vid) para aquellos que voluntariamente opten por otras actividades agrícolas en una estrategia de diversificar cultivos.

El plan recibió peticiones de viticultores para el arranque de unas 8.000 hectáreas (casi el 9% de la superficie total de Burdeos), de las que 4.000 serían para reforestación –paga el Estado– y otras tantas, para cambio de cultivos, que financian entre la región de Aquitania y el Consejo Interprofesional de Vino de Burdeos.

El asunto va mucho más despacio. Los tres grandes sindicatos agrarios, Asaja, COAG y UPA, sí han consensuado un documento de propuestas para afrontar la crisis del sector, entre ellas una ayuda financiera al arranque de viñedo definitivo y/o temporal –en este último caso con una prima anual por su 'no cultivo' durante un tiempo hasta que se decida en unos años si se replanta o se abandona finalmente–, junto con la prohibición de nuevas plantaciones en el conjunto de la UE hasta 2027.

Igor Fonseca, secretario general de ARAG-Asaja, confirma que «las tres organizaciones agrarias ya hicimos llegar al Ministerio la necesidad de hablar cuanto antes de este asunto, pero lo cierto es que nuestro país va a otra 'velocidad' que Francia». De momento, el departamento de Luis Planas «a día de hoy no quiere hablar de arranques, pero nosotros entendemos que es necesario porque tenemos un problema en Rioja pero también en muchas otras regiones por la caída del consumo», aclara Fonseca.

En cuanto a Rioja, el portavoz de ARAG-Asaja indica: «Nuestro sindicato solicitó hace ya meses que comenzara a estudiarse este tema en la Interprofesional y, por fin, el presidente va a convocar al sector para los próximos días». Tras una vendimia «horrorosa» para los viticultores, Fonseca tiene claro que «hay que estudiar este asunto y trabajar en propuestas viables porque aquí aún no hemos movido ficha y Francia ha tomado importantes decisiones».