El Consejo debate hoy una propuesta para obligar a quemar el polémico vino de mesa
Crisis del vino ·
Los rendimientos de producción amparada se mantendrían según lo previsto, en el 90% y 69% para vinos tintos, y en el 100% y 70% para blancos
Después de meses de debate interno, el pleno del Consejo Regulador someterá hoy a votación una propuesta, que podría tener la mayoría suficiente y que ... obligaría a destilar un 4% de producción adicional que en principio iba a permitir destinarse para vino de mesa. Según fuentes consultadas por Diario LA RIOJA, las cooperativas riojanas de Fecoar –que en varias ocasiones han planteado este tema como una línea roja–, y las navarras de UCAN faltan por confirmar cuál sería su posición, pero buena parte del resto del sector comparte que ese 4% no debe vinificarse, sino que debe enviarse obligatoriamente a la quema (sin subvención alguna) si alguien decide darle entrada en bodega. En caso de no contar con el apoyo, o al menos con la abstención de las cooperativas, la llave para el acuerdo de revisión de las normas de vendimia recae en las organizaciones alavesas de ABRA (bodegas) y de la UAGA (productores). Las pequeñas bodegas alavesas no quieren vino de mesa, pero tampoco su postura de rendimientos es el 90% que parece ya pactado, con lo que su voto es una incógnita.
Las normas de campaña fueron aprobadas el pasado año 2023 por el pleno del Consejo Regulador, con vigencia también para la actual, con una reducción del rendimiento amparado al 90% para variedades tintas y al 69% en transformación, y dejando ese margen en campo del 4% para poder elaborar vino común. El acuerdo preveía también que las normas de vendimia pudieran ser revisadas y es lo que se quiere hacer en la votación de hoy a instancias especialmente de las organizaciones agrarias, pero para ello hace falta una mayoría del 75% de la mesa.
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Lo que está claro es que los rendimientos amparados se quedarán tal y como están, con el 90% para uvas tintas y 100% para blancas en campo –69% y 70% en bodega respectivamente– y la clave está en si el polémico vino de mesa desaparece o se sigue tolerando. Las organizaciones agrarias ARAG-Asaja, UAGR y UPAtenían un acuerdo en tal sentido y, si bien querían incluso bajar el rendimiento máximo amparado al 85%, al menos han logrado que Grupo Rioja, la organización bodeguera dominante y sin la cual no es posible decisión alguna, no se oponga a la eliminación del vino común, aunque no está dispuesta a bajar del 90% rendimiento amparado. De la misma forma, las cooperativas han manifestado que tampoco bajarían el rendimiento amparado de dicho porcentaje.
Polémico asunto
Lo cierto es que la admisión de un 4% de uva adicional para elaborar vino de mesa –que acaba convirtiéndose en competencia del propio Rioja– lleva en el candelero desde primeros de año. Primero fuero los 'chalecos amarillos', quienes, no sin divisiones internas tampoco, pactaron con las organizaciones agrarias un documento en el que pedían la eliminación de dicha producción excedentaria.
Tampoco es una cuestión del gusto de las administraciones autonómicas (La Rioja, País Vasco y Navarra) que, si bien no tienen voto en la mesa del Consejo Regulador, después de comprometer decenas de millones de dinero público para reducir excedentes (destilación) y destruir uvas a través de la cosecha en verde no entienden que se siga tolerando producción excedentaria alguna.
Para las cooperativas ha sido hasta ahora, sin embargo, una demanda innegociable. En caso de que no hubiera acuerdo en la reunión de hoy las normas para este 2024 serían las acordadas en marzo del año pasado, es decir: 90% y 69% en campo y transformación de uvas tintas y 100% y 70% para las uvas y el vino blanco, junto con ese 4% adicional para vino de mesa, con la única condición de que las bodegas que lo elaboren deben sacarlo de las instalaciones amparadas por Rioja antes del 31 de mayo de 2025.
La calificación de la cosecha, otro de los asuntos del pleno
Otro de los puntos del orden del día del pleno de hoy del Consejo Regulador es la calificación de la cosecha 2023 que, en esta ocasión, se ha demorado al menos un mes respecto a anteriores ocasiones. Los servicios técnicos presentarán a las organizaciones del sector un informe basado en las analíticas realizadas en las estaciones de Evena (Navarra), Laguardia (Álava) y Haro (La Rioja) y en las catas realizadas por un grupo de más de 120 profesionales, en las que tradicionalmente se examinan más de 5.000 muestras. La cosecha precedente, la de 2022, fue calificada como 'muy buena', que es el calificativo que Ribera del Duero también ha dado recientemente a su última añada, la 2023. Hay que remontarse en el caso de Rioja a la añada del 2018 para encontrar el calificativo de 'buena', y de ahí al 2013, mientras que en el caso de Ribera del Duero hay que bajar hasta el año 2013 para encontrar una calificación que no sea 'muy buena' o 'excelente'. La última cosecha de Rioja que obtuvo la máxima calificación fue la de 2019, mientras que en la denominación castellano leonesa han sido excelentes oficialmente las de 2019, 2020 y 2021.
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