Al viticultor le caen por todos lados. Mientras Rioja, y quienes la gobiernan, ven cómo, a costa de dinero público, de lluvias en momentos críticos - ... glucónico inlcuido en básculas el año pasado-, tormentas, granizadas, mildiu... se van arreglando las existencias, la cuenta de resultados del campo es una auténtica ruina.
La floración del 2025 ya ha puesto de manifiesto que la carga de racimos de tempranillo será más bien corta, las tempranas tormentas llevan ya 5.000 hectáreas picadas de diferente consideración (las últimas 1.500 casi arrasadas) y el mildiu ha dado no pocas dentelladas a los racimos. Todo ello significa que vamos a tener otra cosecha corta (ya la pasada fue la más reducida del siglo) y los grandes perjudicados fueron los viticultores que vieron cómo en algunos casos no llenaban ni el 65% de su cartilla, pero recibían un lamentable precio de 68 céntimos por kilo que, si bien cumple el fiasco demagogo de la Ley de la Cadena, al viticultor le supone trabajar en más que notables pérdidas.
Muga ha anunciado que pagará un euro por kilo de uva tinta y 90 céntimos de blanca para intentar que los viticultores no bajen los brazos ante los necesarios, carísimos y persistentes tratamientos de mildiu, que son más que necesarios que nunca. Esperemos que luego no lleguen las penalizaciones en báscula, pero, en todo caso, esperemos que sean más las bodegas de Rioja, de forma generalizada, las que garanticen las rentas mínimas a los viticultores como ha hecho la de Haro.
Estamos en el centenario de Rioja, somos supuestamente una DO Calificada que se olvida de que para serlo hay que pagar por encima del resto, y, personalmente, me parece lamentable que el Consejo Regulador no sea capaz, ya no de tomar medidas, sino de cuando menos hacer una declaración institucional para que su gente, los viticultores que cada vez son menos, trabajen para ganar dinero y no para perderlo.
A mí que me expliquen para qué quieren una Calificada las organizaciones agrarias o las cooperativas (sector productor) cuando se trabaja por debajo de coste y se venden vinos en lineales por debajo también de los costes de producción.
Y, por si alguno piensa que la bajada de existencias es estructural y todo arreglado tras unos años de penurias, que espere al 2026. La naturaleza traerá un 'cosechón' tarde o temprano y, mientras sigamos vendiendo 240 millones de litros de vino o menos, seguiremos teniendo mucho más vino del que necesitamos.
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