Vecinos y comerciantes de la avenida de Portugal defienden la demolición del carril bici segregado
La posible devolución de la subvención europea por la eliminación de la infraestructura «no es de su incumbencia» y son los políticos los que deberían entenderse, opinan
Un grupo de vecinos y comerciantes de la avenida de Portugal de Logroño ha comparecido este martes en su calle para apoyar la retirada del carril bici segregado, dado que la calle sigue teniendo carril bici en la calzada, si bien compatible con otros usos, han insistido ellos.
En su opinión, la convivencia con el carril bici segregado eliminado el pasado verano y cuya demolición discute el Ministerio de Transportes al punto de llegar a peligrar la subvención de fondos europeos entregada a la capital fue «un caos» que supuso que vecinos se mudaran o que comercios cerraran. «Desde que quitaron el carril bici, todo ha ido mejor», ha señalado uno de los comerciantes que ha acudido a la cita.
El grupo, encabezado por Miguel Bujarrabal, ha señalado que el suyo es un movimiento trasversal con votantes de todo el arco que entiende que lo importante de las calles es que den servicio, que se pueda paseear, comerciar, facilitar la llegada de servicios a las casas... Para ellos, el del carril bici es un «falso debate» con «colectivos minoritarios con los que no estamos enfrentados, sino que somos parte de ellos. Hay que apoyar la bici, los carriles bici, pero tenemos que coexistir», han mantenido.
A su entender, el problema no es la bici sino la forma «muy deficitaria» en la que se ejecutó el carril bici de la calle y que «generó multitud de problemas, mucha inseguridad, contanimación, siniestralidad...».
El de la devolución de la subvención es también para ellos otro falso debate. «Esta ciudad tiene carriles bici de varios kilómetros. Lo que se ha hecho es una modificación de 200 metros donde no se ha eliminado el carril bici sino que se le ha cambiado el sentido. Se dice que se va a tener que devolver toda la subvención. No es de nuestra incumbencia y entendemos que algo así no tiene ninguna proporcionalidad y no tendría ninguna razón de ser», ha alegado el portavoz.
A su juicio, «no existe macroproyecto que no tenga ligeras variaciones para subsanar lo que no se ha hecho bien. Lo que se ha hecho en absoluto modifica la esencia del proyecto. Si por lo que sea los colores políticos son distintos y se quieren tirar los trastos a la cabeza eso no es de la incumbencia de los vecinos y, si quieren meter miedo, los políticos se tendrán que entender. Es absurdo, desproporcionado y es un tema político que ni nos va ni nos viene», ha apuntado Bujarrabal.
La comparecencia ha servido también para señalar que su calle es «la abandonada del centro», rodeada de otras en las que sí se han realizado inversiones, en alguna que otra hasta dos veces.
«Hemos pedido que nos tengan en cuenta como calle. Han hecho carril bici y no nos han quitado una barrera arquitectónica que hemos pedido (el escalón en el pasaje que les une con Gran Vía)», han dicho. Pero también se han quejado de «ser el basurero del centro» por reunir en su trazado los contenedores de Gran Vía o de Daniel Trevijano. «Cada calle tendrá que tener sus contenedores».
La reunión en la calle ha terminado con un cambio de impresiones del grupo con uno de los vecinos asistente a la cita que no estaba de acuerdo en todos los extremos.
