La subestación que ve pasar el tiempo

Así lo ven los residentes y quienes estos días transitan por la zona. Las torretas, postes y demás se han quedado como los únicos elementos que se alzan en la acera norte de Marqués de Larios. La instalación de Iberdrola, 10 años después de que apareciese en Diario LA RIOJA por la oposición vecinal a su traslado a Poeta Prudencio -la calle paralela-, sobresale y resalta al haber quedado despejados sus alrededores.

Que la subestación se vea ahora en todas sus dimensiones deja bien a las claras el 'pegote' que supondrá una vez finalizada la urbanización del entorno de la futura estación. «Supondrá el estrechamiento de ese tramo de la calle Miguel Delibes y coincidirá, además, con la entrada de los autobuses... ¡yo creo que algunos aún no son conscientes de la chapuza!», apunta un vecino conocedor de la situación.

Y es que nadie mejor que los residentes de Marqués de Larios 30, 32 y 34 para saber de qué se está hablando. «Somos los vecinos que menos hemos hablado cuando, que nadie lo olvide, en el 2009 se paralizó su traslado y su soterramiento y nosotros ya llevábamos conviviendo con la subestación muchos años sin que a nadie pareciese importarle», recuerdan en dicha comunidad.

Lejos queda julio del 2013 cuando la alcaldesa Gamarra anunciaba su 'mudanza' a una parcela del sector Pedregales, entre la actual circunvalación y la autopista. Lejos, sin visos de cumplirse y, por ello, los vecinos más cercanos a la subestación recuerdan que, como la propia instalación eléctrica, siguen ahí... esperando una respuesta.

Tres años después de la última vez, basta con asomarse a las ventanas del salón de Fernando y Angélica para comprobar que todo sigue igual. «Si como parece no hay dinero para que el Ayuntamiento costee su traslado ni interés para ello por parte de Iberdrola, que la soterren ahí mismo», sentencia él.

Diario LA RIOJA recurre de nuevo al matrimonio como ya hizo en marzo del 2010 y en noviembre del 2016. Y todo ello con Leyre, su hija pequeña, como testigo. Sólo que entonces tenía apenas 11 años, ahora 20, y del colegio ha pasado a la universidad -estudia Ingeniería Industrial en Valladolid-.

«Soluciones hay, pero parece que los que vivimos verdaderamente cerca no contamos. Los vecinos de los números 30, 32 y 34 estamos hartos, pues se han desaprovechado y perdido oportunidades políticas, técnicas y económicas... las obras del ferrocarril han ofrecido posibilidades para su soterramiento que deberían haberse usado», apunta Fernando.

El vecindario en cuestión está cansado ya de promesas y es consciente, además, de que no está en manos de quien las hace poder cumplirlas. «¿De qué me vale a mí que me digan que el Ayuntamiento se la va a llevar al otro lado de la circunvalación si Iberdrola no quiere? ¿No se dan cuenta de que no queremos esperar más?», cuestionan.