Gabriela y Evelyn, en los extremos, arropan a la italiana Erica. I. G.

Evelyn, Gabriela y Erica | Dos dominicanas y una italiana en San Mateo

«Ustedes están muy unidos y se nota cuando suena el himno y todos lo cantan»

Las caribeñas y la trasalpina alaban la organización de las fiestas: «Todo está bien pensado y la gente sabe cómo divertirse»

Iñaki García

Logroño

Jueves, 25 de septiembre 2025, 12:55

En San Mateo se pueden hacer amistades totalmente inesperadas. Gente que no se conoce de nada empieza a charlar y comparte espacio, tiempo e incluso experiencias gastronómicas. Así ocurrió, por ejemplo, con dos dominicanas y una italiana en una de las múltiples degustaciones que se desarrollan durante estos días en el centro de Logroño.

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Evelyn y Gabriela son las dominicanas. Madre e hija llegaron a la capital riojana el jueves pasado y han vivido las fiestas desde el inicio. «Todo es increíble. Todo, todo», recalca la madre. «Estamos felices aquí», añade la caribeña, quien no puede (ni quiere) ocultar su entusiasmo. «Me encantó el chupinazo, me gusta mucho caminar por la calle Laurel, disfruto con la gente...», enumera. «Ustedes están muy unidos y así se demuestra cuando suena su canción (el himno a Logroño) y todos cantan», destaca. «Estoy ya buscando la letra para cantarla yo también», remata con una carcajada.

A su lado está sentada Erica. Procede de Milán y mantiene una entretenida charla con las dominicanas en un banco de la plaza del Mercado mientras todas degustan una de las especialidades de la semana gastronómica. «Nos han unido los pinchos», resalta Evelyn justo antes de que la transalpina cuente que ella va a estar solo un día en Logroño. «¿Está haciendo el Camino de Santiago?», le pregunta el periodista. «No, estoy bebiendo vino, que es otra forma de caminar», responde Erica, a quien le llama la atención «lo bien organizadas» que están las fiestas. «Todo funciona, todo está bien pensado y la gente sabe cómo divertirse», opina. «Es verdad, me sorprende que todos se respetan en las filas; nadie se empuja», aporta Evelyn.

La gastronomía y el vino unen y este es un buen ejemplo. No hace falta ni proceder de un mismo país ni contar con un idioma en común para entenderse y conectar. Menos todavía cuando estos encuentros se producen en torno a una sabrosa comida. «Quiero saber cómo hacen aquí en Logroño estos pinchos, cómo preparan esa salsa que les aporta ese sabor tan bueno; están riquísimos», sostiene una de las dominicanas para terminar acto seguido dando con la explicación más oportuna del porqué se ha enamorado de los sanmateos: «Creo que es por la pasión que todos ustedes tienen por las fiestas».

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