Reyes de San Mateo con corona y sin mascarilla
Laura Cara, de 19 años, y Óscar Poo, de 32, elegidos como Vendimiadores de las fiestas 2022
LAura merino
Viernes, 22 de julio 2022
Emoción, alegría y nervios fueron los sentimientos que inundaron el salón de Plenos del Ayuntamiento al conocer a los próximos representantes para las Fiestas de San Mateo de este año. Laura Cara, de 19 años, la aspirante más joven del grupo, y Óscar Poo, de 32, son ya oficialmente los nuevos Vendimiadores.
La inquietud y las ganas se apoderaron de los 17 candidatos que se encontraban impacientes por conocer el resultado. Una decisión nada fácil de tomar para el jurado, según explicó el concejal de Festejos, Kilian Cruz-Dunne: «De los años que conozco este proceso, ha sido quizás el más difícil por todas las posibilidades y combinaciones que cabían. Hasta el último minuto ha sido una disputa muy reñida con el resto de aspirantes».
Una vez más, el acto estuvo repleto de emociones y se pudo observar cómo caían las lágrimas por las mejillas de algunos de los participantes. Lágrimas de alegría e ilusión por parte de los ganadores y de pena por quienes no fueron elegidos. A pesar de esto, se hizo notar el compañerismo y el apoyo existente entre todos los aspirantes que se alegraban por Laura y Óscar.
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La teniente de alcalde, Eva Tobías, fue la primera en felicitar a la pareja vendimiadora. «Sois representantes de la ciudad en unos días muy importantes para los logroñeses y las logroñesas por el atractivo turístico. Vais a vivir un año que recordaréis para siempre», comentó. También quiso destacar que las esperadas fiestas de San Mateo se acercan y son «unos días para disfrutar al máximo, vivir momentos únicos tras no poder celebrar las fiestas el año pasado».
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Cruz-Dunne también dedicó unas palabras a los vendimiadores salientes. «Felicidades por vuestro esfuerzo y dedicación, y por haber estado en momentos complicados», afirmó dirigiéndose a Andrea Morán y Abel Alonso.«Son un buen ejemplo del que tomar referencia». Ambos se mostraron en todo momento cercanos a los ganadores y dispuestos a ofrecerles la ayuda necesaria y cualquier consejo. El primero de todos fue que disfrutaran al máximo cada momento «porque es una experiencia inolvidable y un año se pasa volando».
Tan pronto como fue posible, la pareja ganadora hizo saber a familiares y amigos la buena noticia. Poco a poco fueron asimilando lo ocurrido y, deshaciéndose de los nervios previos, salieron del Ayuntamiento donde todos sus compañeros les esperaban entre aplausos, felicitaciones y abrazos.
Y como es tradición, tras el festejo de los elegidos todos se dirigieron hacia El Espolón con una gran sonrisa. Allí, entre todas las personas presentes, se conformó un pasillo que conducía directamente a la fuente del Espartero donde recibieron el 'bautismo' de las fiestas mateas. Finalmente, Andrea y Abel también terminaron dentro salpicándose unos a otros entre risas, para concluir fundiéndose en un abrazo.