Logroño
El Revellín, un aparcamiento provisional desde hace décadasLos coches siguen ocupando un espacio que nació como solución provisional | Lo mismo que hace veinte años, se vuelve a manejar la posibilidad de un parking subterráneo frente a los de superficie
Retirados los efectos con los que estos días se ha celebrado la victoria frente al sitio francés, allá por 1521, queda el día a día. ... Y, en el caso del Revellín y de la muralla de la ciudad, consiste en varios cientos de coches a sus pies. A un lado y a otro. Lo que en otro momento histórico vendría a llamarse un asedio.
No es nada nuevo. El aparcamiento situado en lo que fueron las escuelas de Juanita Madroñero y el Parque de Bomberos es desde hace años –38 nada menos– estacionamiento vigilado de distintos colores, en estos momentos azul junto a la muralla y verde en la zona más cercana a Comandancia.
En este caso, se preveía en el planeamiento. Cuando se puso, cerca se estaban levantando, en la Tabacalera, la biblioteca y el Parlamento, pero también otras cosas como el Colegio de Arquitectos... Con el tiempo, se realizaron allí excavaciones arqueológicas que depararon hallazgos interesantes, «de evidente monumentalidad», se decía entonces, para sugerir después su integración en los planes que se fueran a adoptar. Se estaba barajando un aparcamiento subterráneo que sustituyera al de superficie, pero, mientras se tomaban decisiones, los restos encontrados se cubrieron.
Los noventa y los primeros 2000 fueron años de innegable movimiento en este entorno. Recién revisado Plan General, aún vigente por cierto, estaba todo por hacer.
Se estaba redefiniendo la calle Norte, por ejemplo, y ya estaba el arquitecto Rafael Moneo trabajando en las palazzinas que sustituyeron el cuartel. Y, para avanzar en el desarrollo del plan especial Excuevas-Cuarteles, incluso llegaron a realizarse un par de concursos. Uno de ellos, el que ganaron Emilio Tuñón Álvarez y Luis Moreno García-Mansilla en 2003 con el proyecto cuya maqueta muestra la imagen que sigue vuelve ahora a estar sobre la mesa. Lo está porque el alcalde, Conrado Escobar, entonces concejal, se ha puesto en contacto, según contaba en una reciente entrevista a este diario, con Emilio Tuñón en sus preparativos del plan para la zona que presentará en unos días y que llama 1521.
¿Qué decía este proyecto? Hablaba de una gran plaza deprimida hasta la base de la muralla junto al Revellín con un parking debajo de 400 plazas, de soterrar la calle Norte, de una plataforma junto a Santiago... Este documento terminó inspirando el plan director de Excuevas-Cuarteles, con tres aparcamientos subterráneos con capacidad para 1.260 plazas, uno de ellos bajo el bulevar de la avenida de Bailén. Hubo tres años después (2006) otro concurso para definir el entorno de Valbuena que ganó el gallego Jacobo Bouzada con pasarelas de madera y torres de acero y vidrio para contemplar las excavaciones.
Porque se había estado excavando y desde primeros de los 2000 se habían sacado a la luz los restos del antiguo convento de Santa María de Valbuena, a la vez que se había restaurado el Cubo del Revellín, su foso y parte de las murallas.
También se derribaron los números pares de la calle Norte, desapareció la calle Intendencia para libre un solar de más de 9.000 metros cuadrados con el que ampliar el parque del Ebro y, al final, en 2004 aparecieron los restos de lo que en su día fue el Palacio de la Inquisición con más de 600 cadáveres en fosas comunes procedentes principalmente de la peste de 1564. Al final, la planta de la sede del Tribunal del Santo Oficio y la cárcel anexa se destaparon y se volvieron a cubrir a la espera de qué hacer con ella.
Provisional creciente
Y lo que se hizo fue acondicionar, de forma provisional, un gran aparcamiento con el que dar servicio a los visitantes que se esperaban para la celebración en 2006 de la exposición de 'La Rioja Tierra Abierta' en la capital, cuyo contenido se repartió por distintos enclaves del centro histórico de la capital. Ahí sigue. No solo eso. El estacionamiento fue creciendo –en 2008 se le añadieron entre 150 y 200 plazas más y en 2013 otras 40– para sumar más de 500 plazas.
Cerrados otros retos de ciudad, como la primera fase del soterramiento y olvidados, en lo que respecta al Gobierno municipal actual, los planes sobre movilidad sostenible a base de infraestructura ciclista que centraron buena parte del debate público en el anterior mandato, se vuelve a mirar a esta zona. Aunque no de abajo arriba.
Lo mismo que hace veinte años, se vuelve a manejar la posibilidad de un parking subterráneo frente a los de superficie
Mientras el alcalde presenta su plan 1521, lo que él mismo ha dicho es que ha contactado con Tuñón, ganador del plan de 2003
En general, los vecinos están cómodos con la posibilidad de utilizar este amplio espacio para el aparcamiento gratuito. A según qué horas, no hay forma de encontrar un hueco. Se llena a diario y los fines de semana antes de que lo hagan las plazas reguladas por la ORA de al lado. Y a los visitantes esta posibilidad de dejar sus vehículos también les viene bien. Incluso su uso se recomienda en las páginas web que organizan despedidas de soltero en la ciudad como la mejor opción de estacionamiento.
En la pasada legislatura se lanzaron algunos globos sonda sobre la posibilidad de desmantelarlo. Que si debate, que si concurso de ideas... Al final, nada.
Estos días, el alcalde, Conrado Escobar, no deja de decir que este entorno experimentará una importante transformación en los próximos años. En el mismo acto de evocación histórica del 10 de junio hablaba de acometer un proyecto, que él llama 1521, para el Cubo y el yacimiento de Valbuena, así como para mejorar los espacios verdes y la conectividad con itinerarios culturales y emocionales con el centro de la ciudad.
¿Cómo se concreta? Está por ver. En una entrevista a este diario, el alcalde avanzó que el proyecto comenzará con un aparcamiento subterráneo aprovechando el desnivel de la hondonada hacia el Ebro previa excavación arqueológica. Y también que se había contactado con Emilio Tuñón Álvarez, firmante en 2003 de un proyecto ganador de un concurso sobre la zona junto a Luis Moreno García-Mansilla, para reaprovecharlo encajando un parking que conecte Valbuena, Revellín e Intendencia. «Tiene que haber más aparcamiento que ahora, pero soterrado. No vamos a quitar plazas sin tener una alternativa», indicó.
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