«Aquí no hay playa, pero presumimos de la buena gente que hay»

Según datos del INE, entre los meses de julio y agosto de 2023 los hoteles de la ciudad recibieron a 65.763 viajeros nacionales y extranjeros, frente a los 63.542 del mismo período en el 2022. Lo que supone un incremento de 2.221 personas. De esa cifra, el 81,3% corresponde a turistas nacionales.

Logroño ya es famosa por las despedidas de solteros. Con una media de 10 invitados, es el hábitat natural de estos grupos. Aunque su época preferida es entre marzo y junio, el resto del año personas de entre 25 y 50 años se arremolinan en torno a los bares y discotecas de la ciudad manteniendo la hostelería local en auge y a los vecinos, mayoritariamente cabreados.

A las 00.15 horas, las terrazas del Falstaff, La Negrita, El Submarino, Warhol, 4 Cantones, Funky y Odeón Mercado son completamente infranqueables. Todas las sillas y las mesas están ocupadas. En un tetris perfectamente compuesto, los asientos se van moviendo a comodidad del consumidor.

Mientras los camareros atienden como pueden tal magnitud de demanda de cubatas, cervezas y calimocho, la gente en la terraza se entrega por completo a las conversaciones propias y ajenas. Una máquina total de ocio que se pone en funcionamiento todos los viernes como el resto del fin de semana– en la Plaza del Mercado. Adrián y su grupo se deciden por la terraza de La Negrita para tomar una copa. La camarera coge la comanda y a los dos minutos vuelve con la selección de cubatas y cervezas mientras las risas siguen circulando. Adrián tiene claro que él recomendaría sin ninguna duda Logroño en todos sus aspectos. «Es lo mejor del mundo para salir».

Para muchos, Logroño es una ciudad ideal en todos sus aspectos. «La región es pintoresca porque tiene mucha cultura y por el vino. Es una ciudad que se tiene que venir a conocer», sugiere Ana mientras disfruta de su ciudad natal. Alicia reafirma esas palabras. «Lo que tiene esta ciudad es la vida en la calle. En otras ciudades todo el mundo está en los bares, aquí la gente está en la calle hablando o tomando su copa». Aquellos que comparan otras ciudades con esta, describen a Logroño como poco agobiante, muy accesible y gente muy agradable.

Aunque se piense que a Logroño le falta la playa, muchos ya la describen como la ciudad perfecta; con buen vino, excelente comida y el mejor ambiente para una noche memorable. Óscar ha venido desde Barcelona tres veces y no duda de que es un sitio «donde se come bien, hay buen ambiente y se puede pasar un buen fin de semana. Además los precios son más para todo el mundo que en Barcelona. Todos pueden disfrutar de la calle y de la buena gastronomía a buen precio».

La ruta parece estar escrita. Sin duda se empieza por la calle Laurel. Los turistas, con su 'Guía de pinchos de la Laurel. El corazón de La Rioja', se adentran por la calle de bares más pequeña y famosa del mundo y piden sus famosos pinchos. Mientras, aquellos que cuentan con un máster en materia gastronómica se acercan a la calle San Juan para comer las croquetas del Umm, la zapatilla del Tennessee o la tortilla de La Travesía. Bretón de los Herreros es la siguiente parada para tomar la primera copa en una de sus terrazas. Tras una caminata de 6 minutos, la Plaza del Mercado espera con sus ocho bares en esquina a elección del consumidor.

Estos últimos años el incremento de turistas ha sido notable aunque pueda parecer que únicamente sucede los fines de semana. Víctor Riera, representante del ocio nocturno del Grupo de Trabajo de la Hostelería Riojana asegura que «el ambiente empieza un poco antes del fin de semana con los tardeos».

Logroño es una de las ciudades más solicitadas para planes gastronómicos y nocturnos porque es una ciudad «muy cómoda para alternar al estar todo muy junto». Además de que los turistas nos tachan como «buenas personas y muy abiertos. Eso la gente lo valora mucho».

Aunque parezca que un genio del marketing ha seleccionado Logroño como proyecto, la verdadera razón de esta moda es el boca a boca. «La gente en La Rioja está muy bien valorada. Somos gente humilde y agradable. El boca a boca es lo que ha conseguido atraer a más personas».

La accesibilidad, la comodidad y la buena gente hacen de Logroño una parada obligatoria para todos aquellos que quieren descubrir el norte de España.