El grupo Orenes inicia los trámites para reformar el Casino y reabrirlo como hotel de cinco estrellas

La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Logroño aprobaba a finales de junio la modificación puntual número 3 del PERI 30 Casa de la Virgen, en Sagasta 10, a exposición pública desde principios de julio tras su publicación en el Boletín Oficial de La Rioja (BOR).

Una modificación urbanística consistente en un cambio de uso a instancias de la propiedad. Un cambio en el planeamiento que hará que del actual uso de 'dotacional privado' (espectáculos públicos con el uso específico de casino) se pase a 'residencial no vivienda', lo que posibilitaría su reconversión de espacio de juego a alojamiento de lujo –el segundo de la capital tras el que promueve Hotusa en la exsede de Correos de la plaza San Agustín–.

Manteniendo la edificabilidad y densidad actuales, garantizando la conservación tipológica del inmueble (y el grado de protección de las fachadas), y preservando su singularidad volumétrica. Y todo con un total de 38 habitaciones y hasta cuatro millones de euros de inversión, tres en la reforma del edificio y hasta uno en el acondicionamiento interior y amueblamiento del mismo.

«El edificio Electra Rioja, por su antigüedad, por la presencia de un antiguo calado de elaboración en muy buen estado y por su singularidad arquitectónica, es un lugar ideal para desarrollar un alojamiento hotelero», defienden desde el grupo Orenes, propietario y uno de los grandes referentes del sector del 'ocio' en España.

Y ello después de dejar claro que el inmueble en cuestión, por su ubicación y características, «es y debe aspirar a seguir siendo polo de actividad económica y generación de empleo en una zona, el casco viejo de la ciudad, que tanto la necesita».

«La propia actividad propuesta supondría una importante generación de empleo estable directo y de otros indirectos en bodegas, comercios y restaurantes de la ciudad por el incremento del número de viajeros facilitado por la presencia de un nuevo hotel», añaden tras reconocer que urge buscar una salida a tal activo tanto al promotor como a las administraciones públicas dado el edificio del que se trata.

La memoria que justifica la modificación presentada por la propiedad –que lleva la firma del arquitecto Javier Arizcuren Casado– habla incluso del proyecto 'Enópolis' que impulsa el nuevo equipo de Gobierno y, por tanto, de la necesidad de «una oferta de camas hoteleras amplia, diversificada y de calidad». Y ahí es donde encajaría el antiguo Electra.

También el informe de sostenibilidad económica arroja algunas claves. Así, en el mismo se da cuenta de que la situación actual de cierre del edificio no es viable económicamente «ni para la sociedad promotora de la modificación, que solo tiene pérdidas; ni para la hacienda local, que ve minimizados sus ingresos por causa del cese de actividad, ya que no cobra impuestos tales como el IAE, vados (que podrían dejar de necesitarse), etc.».

La posibilidad del nuevo uso no comporta nuevas edificaciones que no estuvieran ya previstas en el PGM, pero sí la reforma interior del edificio. Y así, en la planta baja se prevé la recepción, el restaurante y un salón de eventos; en la primera, 20 habitaciones; en la segunda, otras 18; y en la planta cubierta, bar, terraza y piscina, más una parte de terraza y piscina descubiertas, además.