Reforma de la calle Sagasta

Cruces pacificados como en Portales, sin plataforma única y con nuevas tuberías de agua

El proyecto, según se explicó ya en julio, sería sustituido por «una serie de mejoras» en las intersecciones para favorecer los tránsitos peatonales, eso sí. Más económica y con independencia, además, de los fondos europeos. Aunque finalmente, y en conversaciones con el Mitma, los cambios serán más ambiciosos –después de que tras las reuniones con vecinos, comerciantes y hosteleros del entorno sacasen la conclusión de que lo proyectado «tenía más de problema que de solución»–.

La idea, así, era apostar por mantener el diseño actual y esa es la propuesta, aunque evolucionada. «Queremos favorecer la movilidad peatonal, especialmente en los itinerarios de cruce entre las dos zonas del Casco Antiguo ya pacificadas que divide la calle, manteniendo el tráfico de doble dirección, limitado en velocidad, por supuesto, y valorando si incluso se instalarán controles de acceso mediante cámaras», explica el concejal responsable Javier Martínez Mancho, quien habla de tratamientos en las confluencias de Sagasta con Hermanos Moroy, Marqués de San Nicolás y Ruavieja como ya hay en Portales –con plataformas elevadas– y con una intervención especial al paso del Camino de Santiago.

«La idea de mantener en los tramos intermedios la tipología de acera y calzada a distintos niveles favorece la seguridad; también pensamos en un asfaltado singular, acorde con la zona, y en la sustitución de las redes de abastecimiento de agua» –dados los problemas recientes de reventones–, adelanta en pro de un «reajuste de la inversión» que se negocia con el citado Ministerio.