La avería del horno que será sustituido dejará a Logroño con un crematorio bajo mínimos hasta verano
El Ayuntamiento, ante un plazo de reparación de tres meses, optará por quedarse con un solo incinerador dado que la construcción del nuevo será adjudicada en breve
Una avería, otra más, aunque esta vez será la última y definitiva. Así lo ha decidido el Ayuntamiento de Logroño, quien tras valorar de nuevo ... la reparación del horno en cuestión ha optado finalmente por no acometerla habida cuenta de que ya hay en marcha un proceso para su sustitución. Una renovación que en la práctica alargará solo un poco más la solución al recurrente problema del crematorio municipal. Y ello pese a que ya va una semana larga en la que, al contar con un solo incinerador, los servicios se retrasan o incluso deben ser trasladados fuera, a crematorios privados con los que cuentan las funerarias locales, caso de Arnedo o Calahorra.
El Consistorio capitalino, ante un arreglo estimado en hasta 12 semanas, es decir, tres meses, se ha decantado por quedarse momentáneamente con un solo horno dado que la construcción del nuevo, prevista desde el pasado otoño, está a punto de adjudicarse –a la segunda, pues la primera licitación quedó desierta por falta de ofertas–. Así, la avería del incinerador que será sustituido dejará a la capital con un crematorio bajo mínimos como pronto hasta el verano, dado que el plazo de ejecución para el proyecto es de cuatro meses (y un presupuesto de casi 243.000 euros según la oferta elevada para su contratación, la de CJM Obras y Gestión Sostenible).
«Si bien se ha llegado a valorar la reparación, finalmente, y por una cuestión de plazo más que de presupuesto, ante la previsión de adjudicación y próximo inicio de obras, previsto para abril, se ha decidido esperar pues apenas se ganarían unas semanas... La realidad es que se ha juntado un poco todo, con no poca mala suerte, pero se espera que la situación no empeore y el servicio se preste como se venía haciendo lo antes posible», explican fuentes oficiales municipales.
La licitación, tras un primer concurso desierto, ya cuenta con propuesta de adjudicación para CJM por unos 243.000 euros
«Logroño cuenta con dos hornos en el crematorio, el primero construido en 2001 y el segundo en 2010. Y de cara a la sustitución de este último, el de menor capacidad y que ha sufrido más averías, se han dado los pasos necesarios con independencia de otras decisiones en presupuestos futuros», explicó en su día la portavoz Celia Sanz.
«Dado el alto número de cremaciones que se realizan, y su tendencia al aumento, los dos hornos que se utilizan se están deteriorando y quedando obsoletos para poder acoger el gran número de servicios demandados actualmente. Por ello, es el momento de instalar un horno de altas prestaciones que pueda absorber en gran medida el global de cremaciones, sustituyendo el horno que solo sirve para restos», rezaba la memoria publicada entonces, la misma que sirve de base a la actual contratación.
Los planes, en cualquier caso, pasaban por que, «siempre que fuese posible, las dos unidades existentes se mantuviesen en funcionamiento durante la ejecución de los trabajos», pero finalmente no será así; y Logroño se servirá de un crematorio con un solo horno hasta, como poco, verano. Los problemas en el mismo son algo de sobra conocido (y sufrido), especialmente por quienes se han visto obligados a despedir a algún ser querido en invierno, cuando aumenta la mortalidad.
Retrasos y traslados a partir de las tres incineraciones diarias
Tres incineraciones al día. No más de tres servicios diarios son los que actualmente puede prestar el crematorio municipal con un solo horno en funcionamiento. Logroño tendrá que apañárselas así después de que el de restos, averiado y una vez decidido que no será reparado en vista de su próxima sustitución, haya dejado de sumar las dos cremaciones que venía haciendo. «Las funerarias de Logroño están al corriente, de ahí que ofrezcan ir a Arnedo, caso de Mémora Pastrana, o a Calahorra, de San José, si las familias no quieren/pueden esperar un día», confirman fuentes oficiales del Ayuntamiento de Logroño. Se da la circunstancia de que la normativa obliga al embalsamamiento cuando la inhumación o cremación no pueda realizarse antes de las 72 horas... con el coste que ello conlleva –entre 700 y 800 euros–. Un hecho que ya ha supuesto las críticas de la ciudadanía en pasadas campañas ( «para morirse en Logroño estos días hay que pedir la vez» , denunciaba Ana Sáenz en 2023 poniendo cara al problema que representan las averías en el crematorio municipal, las que obligan al traslado para la incineración o al embalsamamiento a los citados tres días). Y aunque en este 2025 no ha habido denuncias tan mediáticas, sí que ya algunas familias se han visto en tal disyuntiva estos pasados días, cuando el Consistorio capitalino aún estudiaba el alcance del último fallo técnico a fin de decidir si reparar como hasta la fecha o esperar dada la proximidad de la adjudicación del contrato para el nuevo. Así, el proyecto a punto de oficializarse se verá traducido en un nuevo horno crematorio «de mayor capacidad, además de adecuar las salas de incineración y la de introducción de féretros». La nueva unidad «contará con una cámara de cremación diseñada para féretros de ancho especial, con una capacidad nominal de trabajo diaria de 4-5 cremaciones por jornada de 12 horas», precisó a finales de 2024 el gobierno local a la espera de si con ello basta o no dados los antecedentes, consciente de que siendo oposición exigieron medidas que ahora son su responsabilidad.
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