Ascensor interior o exterior, he ahí la cuestión

En realidad, los vecinos sí tienen permiso para construir un ascensor, pero en el interior del edificio, con una cabina de un metro cuadrado y en ella calculan que solo entraría una persona y no podrían introducir carros o sillas para bebés o personas de movilidad reducida; incluso podrían hacerlo mayor, pero renunciando algunos vecinos a parte del espacio de sus propias viviendas, algo a lo que se niegan puesto que, consideran, entonces quedarían muy reducidas algunas habitaciones. «Hay gente con críos pequeños, alguna familia con cuatro hijos, y las habitaciones se quedarían muy pequeñas», opina Yolanda, vecina del tercero.

En el inmueble, construido en 1968, residen una veintena de vecinos, distribuidos en ocho viviendas. Algunos de ellos son mayores o cuidan de familiares de edad avanzada, por lo que el ascensor es una cuestión de seguridad. «Tengo el corazón y las rodillas jodidas, así que para mí, y para todo el mundo, el ascensor es una cuestión de salud», afirma José Ignacio, de 79 años, vecino del segundo piso.

Los residentes propusieron construir un ascensor exterior entre los balcones que dan a la calle Jesús Nalda Bretón, una vía peatonal de poco tránsito, ocupando cuatro metros cuadrados de vía pública, pero el Ayuntamiento, ha confirmado a Diario LA RIOJA, ha rechazado el proyecto por una cuestión técnica, sin querer realizar declaraciones al respecto. «Es una calle muy ancha en la que no entran coches, porque es peatonal, y apenas pasa gente», describe Yolanda.

Una normativa municipal aprobada en 2016 autoriza a ocupar vía pública cuando no resulte viable técnica o económicamente otra manera de instalar un ascensor, siempre de la forma más integrada posible, como ya sucedió en el 8 de la calle Najerilla. También en el 37 de la calle Eliseo Pinedo, si bien en este caso, aunque el ascensor es externo, no ocupa vía pública sino espacio privado de la propia urbanización. Y ahí parece justificarse la negativa del Consistorio, en que considera que sí existe alternativa interior a la propuesta exterior de los vecinos.

«Necesitamos el suelo del Ayuntamiento para hacer un ascensor de 2x2 metros y nos lo niegan, nos instan a hacerlo por dentro, donde solo entra uno de 1x1, pero para qué queremos eso, si no cabe nada», explica Yolanda. «Técnicamente, para el arquitecto municipal, es viable si quitamos metros de nuestras habitaciones, a cambio de poner literas en lugar de camas y cayendo a la cocina del bar, que se tendría que reorganizar», expone Johnny, también vecino del edificio.

Para los vecinos no es una cuestión económica ni una comodidad sino una necesidad. «Para qué quiero yo un ascensor de 1x1 en el interior si no puedes meter una silla ni nada. El día de mañana igual tengo que cuidar de mi suegra, que está mayor, y es que así no voy a poder porque no la puedo subir a casa, que vivo en el tercero», advierte Yolanda. «O la metes al ascensor, le das al tercero, y subes tú corriendo por las escaleras», ironiza Johnny.

Para colmo, las escaleras, que en la obra permitida se reconstruirían, son estrechas y no caben dos a la misma altura, aseguran los vecinos. «Si hay un accidente o algo, ¿qué va a pasar?», se pregunta José Ignacio.