Un vicerrector de UNIR y tres colegas, «víctimas» en una trama de estudios falsos

El País cita al ingeniero informático Rubén González Crespo, vicerrector de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), a quien ya le han retractado cuatro estudios vinculados a esta trama, incluido un trabajo sobre fertilizantes en viñedos firmado junto a seis coautores chinos a los que no conoce de nada. González Crespo asegura que no sabe cómo acabó ahí su nombre. Él y tres de sus colaboradores más cercanos suman al menos 16 estudios retractados, eliminados para siempre por las editoriales tras constatar malas prácticas.

Por su parte, el vicerrector y sus tres colegas sostienen en el medio nacional que han sido víctimas de un engaño. González Crespo cuenta que Manogaran contactó con él a principios de 2020, porque el español dirige una revista especializada en inteligencia artificial, llamada International Journal of Interactive Multimedia and Artificial Intelligence (IJIMAI). El indio se presentó entonces como un prestigioso investigador de la Universidad de California en Davis (Estados Unidos) y empezaron a colaborar. Incluso se nombró a Manogaran como editor asociado de esa revista española, publicada por UNIR.

Cuestionada por Diario LA RIOJA, el consejo editorial de la revista IJIMAI ha remitido un comunicado para expresar su postura sobre este asunto y defender el prestigio de la publicación y de sus colaboradores: «IJIMAI es una revista científica indexada y de prestigio en el ámbito de la ingeniería, que está regida por una comunidad de científicos españoles y extranjeros de primer nivel, que tiene más de 15 años de trayectoria irreprochable y que trabaja por la ciencia abierta de forma gratuita». Prosigue el comunicado con la misma versión inicial que se ofreció a El País, pero precisan un dato importante: «En 2020, Gunasekaran Manogaran contactó con IJIMAI y tras comprobar oportunamente sus credenciales, comenzó a colaborar con la revista, al igual que lo hacía con otras prestigiosas publicaciones. Un año más tarde, al constatar una notable caída en la calidad de su colaboración científica, decidimos cancelarla».

«Lamentamos sus intenciones fraudulentas y nos sentimos víctimas de sus malas prácticas al igual que lo han sido otras editoriales científicas como Elsevier, Springer Nature , Wiley y Taylor», denuncia el comunicado. «Desconocíamos su fraudulenta forma de proceder y queremos dejar claro que ninguno de los editores de IJIMAI ha cobrado ni pagado nunca por un material científico ni ha permitido que pongan su nombre en una publicación en la que no haya participado», expresa el consejo editorial de la revsita a la vez que reitera su «espíritu fundacional, que es promover la ciencia abierta y gratuita para todos».

La trama se basa en el nuevo modelo de negocio que explotan las editoriales científicas, en el que ya no pagan los lectores por leer las revistas sino los autores por publicar en ellas, muchas veces en números especiales, cada vez más rentables. La trama de Gunasekaran Manogaran proponía números especiales y una vez al mando, colaba estudios fraudulentos o irrelevantes, que además citaban otros trabajos previos de la trama.

Según El País, González Crespo y sus colegas también participaron en varios de esos números especiales contaminados, como editores invitados o como coautores de trabajos concretos. «La editorial que retractó mis artículos [Springer Nature le ha retractado tres y Elsevier le ha retirado otro] no lo hizo por ningún fallo en su contenido científico, sino por una actuación incorrecta de Manogaran, de la cual hemos sido víctimas. Ni yo ni los demás participantes en los artículos éramos conocedores en lo más mínimo de los procedimientos inadecuados de este señor», explicaba González Crespo a El País.