Euskadi endurecerá mañana las restricciones a la movilidad tras el repunte de casos
El lehendakari abre la puerta a recuperar el confinamiento municipal o territorial y a bajar el horario de cierre de los comercios
La libre movilidad por toda Euskadi en Semana Santa está en la cuerda floja. El Comité Asesor del LABI se reunirá mañana viernes por la tarde, según ha adelantado este periódico, para endurecer las restricciones en vigor. Ante el repunte de la pandemia, el foro de decisión sopesa recuperar el confinamiento municipal o territorial de cara al periodo vacacional, aunque se extendería más allá en el tiempo. Sobre la mesa también está la opción de limitar los horarios en actividades no esenciales como el comercio, pero en ningún caso se aumentará la duración del toque de queda, situado a las 22.00 horas.
La convocatoria urgente de la reunión choca con el mensaje que ha sostenido el Gobierno vasco durante los últimos días. Hasta ayer mismo, las restricciones actuales se estimaban «suficientes» para atajar el avance del virus y tan solo se añadía la coletilla de que se analizaría la situación «en función de los datos». Sin embargo, hoy a primera hora Iñigo Urkullu lanzaba un serio aviso a navegantes. «No descarto convocar mañana al LABI», deslizaba a su llegada al Parlamento. Minutos después, sus integrantes recibían la notificación de la cita para mañana a las 16.30 horas.
El lehendakari ha hablado claramente de «endurecer» las medidas. «No se convoca el LABI para mantenerlas ni mucho menos para suavizarlas», agregan fuentes de su equipo. Habrá nuevas restricciones sí o sí, aunque siempre en el limitado ámbito competencial que corresponde a Euskadi según el decreto de estado de alarma. Las «únicas opciones», según ha recordado, se refieren a la movilidad dentro de la propia comunidad autónoma y a la limitación de horarios en actividades económicas. Urkullu, por contra, no se ha adentrado en el terreno de los aforos.
Dudas con los bares
En el capítulo de la movilidad, el lehendakari ha lanzado explícitamente las opciones que se barajan. Restringir los movimientos al territorio histórico de residencia o incluso al municipio, tal y como estuvo fijado hasta el pasado 9 de marzo. Se trataría de una decisión muy delicada por las nefastas consecuencias que tendría en el sector turístico. La libertad para desplazarse por toda Euskadi había impactado muy positivamente en la reserva de hoteles y casas rurales para Semana Santa. Incluso el propio Gobierno vasco ha fomentado el turismo interior con una campaña de planes mientras «rogaba» restringir los movimientos.
Por el otro lado, el LABI analizará la posibilidad de restringir los horarios en actividades económicas no esenciales. Aquí el Gobierno vasco se inclina por adelantar el cierre de los comercios, situado actualmente a las 21.00 horas. El tope podría bajarse a las 20.00, en consonancia con la bajada de persiana de los bares y restaurantes. Más dudas surgen en lo relativo precisamente a la hostelería dado el varapalo judicial que recibió Lakua hace mes y medio con la reapertura de los establecimientos en zona roja.