Toribio vuelve a embarcarse en una misión para visibilizar la situación de Gaza

La situación dio lugar a que el activista presentara en la Audiencia Nacional una querella donde denunciaba al primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu; el ministro de Defensa, Israel Katz; David Saar Salama, vicealmirante y comandante de la Armada israelí; los altos mandos de la unidad de élite Shayetet 13, y Daniel Hagari, excomandante de Shayetet 13 y actual portavoz del Ejército israelí, por crímenes de guerra cuando tenía intención de ofrecer su ayuda en Gaza. Esta misma querella le ha permitido, a día de hoy, poder volver a Gaza porque, según palabras de Toribio, «las condiciones están aceptadas por la Audiencia Nacional y ahora van a ser investigadas. Es un buen paso».

El activista ha recordado que «el Gobierno y la OTAN están pidiendo un aumento del cinco por ciento a cada país, y lo que nosotros queremos es que los gobiernos junten hombros y nos apoyen para poder acabar con este genocidio». A lo que ha concluido que «este bloqueo en aguas internacionales es ilegal y la ocupación debería ser protegida. No que asesinen a personas con el cebo de ayuda humanitaria».

Su deseo de que la situación en Gaza mejorase se remonta a principios de verano. El 9 de junio, Toribio se encontraba navegando en un velero por aguas internacionales cuando fue interceptado de manera «ilegal», según relata, por las fuerzas hebreas cuando le quedaban 280 kilómetros para llegar a su destino: Gaza.

Cuando esto ocurrió, los teléfonos móviles dejaron de funcionar y fue un vídeo pregrabado lo que ayudó a conocer la situación en la que se encontraba el activista y sus compañeros: «Mi nombre es Sergio Toribio, de España. Si estás viendo este vídeo, hemos sido interceptados en el mar y he sido secuestrado por las fuerzas israelíes de ocupación o las de un país cómplice con el genocidio de palestinos por parte de Israel. Pido a todos mis camaradas, amigos y familiares que presionen al Gobierno de España para pedir mi liberación cuanto antes», señaló en el.

Veinte horas más tarde, fueron trasladados a la oficina de inmigración en el aeropuerto de Ben Gurion. El martes 10 de junio llegó al de Barcelona y ese mismo día por la tarde pudo descansar en Logroño.