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G.C.

Detenido en Lardero un hombre acusado de acosar a menores

Una niña de 12 años tuvo que ser vigilada por la Guardia Civil después de ser abordada cuando se dirigía al instituto por el imputado

Luis J. Ruiz

Logroño

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Martes, 10 de mayo 2022, 09:41

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Todo comenzó en Medrano, en las faldas del Moncalvillo. También, con el crimen de Álex aún grabado a fuego en la memoria de la región, el miedo. En unas ocasiones era un Seat León; en otras, un Suzuki de modelo desconocido. Lo que no cambiaba eran las rutinas: circulaba siempre al anochecer o al amanecer, lo hacía a una velocidad extrañamente reducida por el entorno de una urbanización próxima al centro urbano y por el cementerio. Nadie lo vio cerca del colegio o de la zona de juegos infantiles, pero sí adentrándose por un camino que muere en Daroca, recuerda el alcalde del municipio, Jesús Manuel Pérez: «La gente ha estado muy asustada. Ha habido bastante inquietud», reconocía.

Al volante, sostiene la Guardia Civil, iba R.E., de 41 años de edad y vecino de Lardero. El pasado 4 de mayo, tras una operación conjunta entre el Instituto Armado y la Policía Municipal de Lardero, era detenido en la calle El Coso de la localidad 'cigüeña'. El juez acordó para él prisión provisional comunicada y sin fianza como presunto autor de un delito de acoso de menores de edad.

Fue el alcalde de Medrano quien dio la voz de alarma alertando a la Guardia Civil. En ese momento desconocía qué movía al acusado para realizar aquellos sospechosos recorridos. La respuesta, casi al mismo tiempo, surgió en muchos grupos de wasap de varios colegios de la zona en los que circuló un mensaje preocupante. Todo el mundo pensó en Francisco Javier Almeida, el presunto asesino de Álex: «Se nos ha informado a la Junta del AMPA que debe de haber un hombre de unos 40 años, de aspecto desaliñado, que anda merodeando por los parques. Se le ha visto en Medrano y Entrena», decía. El área de actuación de R.E., en todo caso, era más amplia. También fue visto en Navarrete y, sobre todo, en Lardero, localidad en la que residía. La Policía Local larderana ya le conocía por actos –«extraños», dicen evitando con sutileza el término obscenos y desvinculándolos de los hechos actuales– realizados en plena vía pública. Quienes lo conocen, dicen que R.E. es «peculiar», que «desde pequeño era algo extraño», que ya había tenido algún problema policial vinculado a los estupefacientes...

Mensaje que circuló en diversos grupos de WhatsApp alertando de la presencia de R.E. en entornos frecuentados por menores.
Mensaje que circuló en diversos grupos de WhatsApp alertando de la presencia de R.E. en entornos frecuentados por menores. G. C.

Poco después de aquella primera comunicación, una angustiada familia de Lardero interponía una denuncia en el cuartel de la Guardia Civil de Villamediana. Horas antes, a primera hora de la mañana, su hija de 12 años había sido abordada en plena calle por un hombre corpulento (1,90 metros) cubierto con capucha, mascarilla y gafas de sol cuando se dirigía al IES La Laboral de Lardero, donde estudia. «Profirió palabras y frases soeces, obscenas», explican sin entrar en detalles desde la Guardia Civil. La menor llegó al centro prácticamente en estado de shock. Era, presuntamente, el mismo hombre «de aspecto desaliñado» al que los investigadores también ubican en las proximidades de varios centros educativos «con la clara intención de establecer contacto con niños».

La respuesta policial fue inmediata y, destacan desde la Guardia Civil, «muy coordinada»: la Policía Local de Lardero activó un dispositivo de protección «no intrusivo» entorno a la menor para protegerla ante posibles nuevos acercamientos del acosador que no se produjeron, según explicó Sergio Díez, jefe del cuerpo policial larderano: «Estuvimos cerca de ella siempre. En todo momento la menor estuvo segura», sostiene.

«Circulaba por la urbanización y el cementerio. La gente ha estado muy asustada. Ha habido inquietud»

Jesús Manuel Pérez | Alcalde de Medrano

«Estuvimos cerca de la niña siempre. En todo momento la menor estuvo segura»

Sergio Díez | Jefe de Policía Local de Lardero

«Mostraba una actitud nerviosa y respondía a las preguntas que le formulaban los agentes de manera incongruente»

Miguel Ángel Sáenz | Portavoz de la Guardia Civil

La Guardia Civil, por su parte, se centró en el supuesto acosador: desplegó a agentes del área de investigación de Logroño y de las unidades de seguridad ciudadana de Navarrete, Torrecilla y Villamediana de Iregua en «espacios públicos donde se producen concentraciones de jóvenes como parques e inmediaciones de centros escolares».

La investigación dio pronto sus frutos y el sospechoso del acoso fue plenamente identificado. En ese momento se estableció sobre él un férreo control que siguió todos sus pasos durante las 24 horas del día. Ajeno a ese seguimiento de la Guardia Civil, el presunto acosador continuó con sus rutinas, lo que permitió que los agentes certificaran «su obsesión por una de las menores». Además, durante sus incursiones nocturnas comprobaron cómo acudía «a algunos de los portales en los que residen sus víctimas» e, incluso, cómo se ocultaba en callejones de la localidad de Lardero, en donde, presuntamente, se habría masturbado en alguna ocasión. La misma conducta habría desarrollado con anterioridad.

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Otras veces, completan fuentes policiales, «las patrullas que le seguían llegaron a darle el alto y a preguntarle qué hacía en el lugar en el que se encontraba y los motivos por los que circulaba a tan baja velocidad». Lejos de ofrecer explicaciones razonables, «mostraba una actitud nerviosa y respondía a las preguntas que le formulaban de manera incongruente».

En la tarde del pasado 4 de mayo, «ante la existencia de indicios o pruebas racionales suficientes que le incriminaban en un delito de acoso a menores», R.E. fue interceptado en la calle El Coso de Lardero y trasladado a dependencias policiales en donde no colaboró con los agentes. Horas después, el juez ordenaba su ingreso en prisión.

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