«El consumo de sustancias repercute en la salud mental»
El experto aboga por reforzar la patología dual, y la atención tanto a los adolescentes como a los mayores
Con la asistencia a los adolescentes y la gerontopsiquiatría como principales preocupaciones, el doctor Miguel Ángel Ortega no se olvida de alertar de las «carencias» en el tratamiento de la patología dual, los problemas de salud mental asociados al consumo de sustancias tóxicas. Con mucho trabajo hecho en los últimos años, el responsable del servicio de Salud Mental del Seris también admite lo que resta por hacer, entre otras cosas dotar de más profesionales a un área que cada vez se ha demostrado más vital.
–Los adolescentes son los grandes perjudicados por la pandemia desde el punto de vista emocional, pero no los únicos, ¿no?
–Efectivamente, no. El colectivo de las personas mayores es otro de los grupos más vulnerables y fueron, además, los que más sufrieron por la enfermedad durante la pandemia, ya que lo pasaron muy mal y sobrevivieron a ella pero con unas secuelas en forma de cuadros depresivos más prolongados en el tiempo, de estrés ante el riesgo de poder vivir otra vez lo que pasaron y, en muchos casos, se han añadido además algunos déficit cognitivos motivados por los efectos tanto por el propio virus como por las consecuencias de lo vivido en estos tres años. Pero es que, además, en el conjunto de la población adulta, en los grupos de edad intermedios, también hay una situación social debido a las consecuencias económicas de la pandemia y que se ha intensificado posteriormente por la incertidumbre por todo lo relacionado con la guerra de Ucrania y otras situaciones que se han vivido a nivel global.
– Como especialista, ¿qué es lo más preocupante en el momento actual en cuanto a salud mental en la comunidad?
– Pues lo que más nos preocupa es dar asistencia de calidad y que sea eficiente en el caso de los adolescentes, es la asignatura pendiente más urgente ahora mismo, pero también en la atención a la salud mental de los mayores, la gerontopsiquiatría. Y, sin duda, lo que se denomina la patología dual, el consumo de sustancias y la patología mental asociada al mismo, porque ahí tenemos mucha carencia. Esas tres líneas son en las que nos tenemos que centrar sin duda.
– Hablemos del último. De ese consumo, pandemia al margen, vienen muchos de los problemas, ¿no?
– Muchísimos. El consumo de sustancias intensifica todo al margen de la pandemia y repercute de una gran manera en la salud mental de las personas, eso está más que demostrado, y eso hace que se dispare la necesidad de atención, tanto en la adolescencia, en la que más, como en el conjunto de la sociedad. Hablamos del alcohol y del resto de sustancias tóxicas, tanto las legales, como las ilegales.
«Hay que reforzar la salud mental y nos faltan psiquiatras, psicólogos, enfermeras...»
– El Consejo de Gobierno aprobó el pasado 22 de febrero el decreto por el que se crea el Departamento de Salud Mental para reorganizar los recursos y reforzar este área. ¿Cómo estamos en La Rioja?
– Bueno, pues está claro que necesitamos reformar aún más la salud mental y necesitamos más profesionales, tanto psiquiatras, como psicólogos, trabajadores sociales y enfermeras, eso es evidente, porque estamos por debajo de la media nacional y muy lejos de la europea. En España, hay 9 psiquiatras por 100.000 habitantes y aquí no llegamos a siete; en psicólogos está en 8 o 9 y aquí estamos también por debajo.
– ¿Hay listas de espera?
– Nosotros, dentro de la atención que prestamos, siempre consideramos cuándo ésta tiene que ser urgente o preferente y, en este caso, se atiende en menos de 72 horas, se trata de dar una atención inmediata gracias al esfuerzo de todo el personal de Salud Mental. Luego, en las consultas ya es otra cuestión la de las consultas, donde sí hay listas de espera debido a esos incrementos de demanda que comentábamos.