Los estudiantes de la UR acampan en el campus en solidaridad con Palestina

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Aunque instalada en la UR y respaldada mayoritariamente por estudiantes de distintos grados, la movilización no solo no está restringida al campus sino que apela al conjunto de la sociedad. Se trata de un paso más en los que se han ido articulando las muestras de respaldo al pueblo palestino desde La Rioja. Un movimiento que han venido protagonizando asociaciones, colectivos, partidos y también ciudadanos a título particular en forma de concentraciones o charlas y que, desde hoy, se visualiza también en la acampada que celebró su primera asamblea para definir la logística y el funcionamiento.

Diferentes grupos de trabajo y comisiones – desde la encargada de gestionar las redes sociales y una información veraz del conflicto hasta la responsable de la limpieza del entorno– tienen como encomienda hacer que la acampada amplifique su mensaje y, además, se prolongue en el tiempo. ¿Hasta cuándo? «Mientras duren los apoyos y sea necesario», resumió la recientemente elegida presidenta del Consejo de Estudiantes de la UR, Aroa Villoslada, quien abundó en la oportunidad de que las decenas de personas congregadas ayer crezcan en número y en el alcance de sus peticiones.

«Es fundamental la unidad para lograr un alto el fuego inmediato y que las administraciones y organismos españoles rompan las relaciones con Israel», apuntó antes de que Ramón Sánchez, estudiante de Matemáticas, sintetizara en tres los objetivos perseguidos:que cesen «inmediatamente» las hostilidades en Gaza, facilitar la entrada de ayuda humanitaria y que se corte de raíz cualquier colaboración de la universidad con el sionismo. «Estamos asistiendo a un genocidio televisado», censuró al tiempo que Loubna Belkadi, compañera de aulas en el grado de Trabajo Social, alentaban a que acampadas como la instalada ahora en el UR «ayuden a que el mundo entero sea consciente del drama que ese está produciendo ahora mismo».

Entre consignas y proclamas señalando sin ambages el objeto de su crítica – 'dónde están, no se ven, las sanciones a Israel', 'Israel asesina, Europa patrocina'...– los congregados en torno a tiendas de campaña y una enorme bandera de Palestina mostraban su apoyo y también hacían diagnósticos de la situación. Algunos en clave entre metafórica y agronómica, como el de Emilio Barco. «Destruyendo olivos, Israel está destruyendo la identidad de todo un pueblo», lamentaba el exprofeor esquivando alguna gota de lluvia y recordando que «detrás de los olivos no se ven terroristas, sino niños e inocentes».