La Rioja encara el verano con la reserva hídrica a tope tras cinco meses lluviosos
Los pantanos riojanos albergan ya 175,657 hectómetros cúbicos, el 96% del total, tras caer otro medio centenar de litros este mes y más de 300 en lo que va de año
Con el kit de supervivencia hídrica bien pertrechado a las puertas de los meses de calor. La Rioja encara el inminente verano –su arranque ... oficial será el 21 de junio a las 22.42 horas– con la despensa de agua a rebosar tras un mes de mayo muy húmedo que ha contribuido, con sus más de 50 litros por metro cuadrado, a disparar unas precipitaciones que a estas alturas del año acumulan ya más de 300 litros.
Los cuatro pantanos de la región gestionados por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) –Mansilla, Pajares, González Lacasa y Enciso– conservan en sus entrañas 175,657 hectómetros cúbicos de agua, lo que supone el 96% de su capacidad máxima total, 182,923.
Para que lo entendamos los profanos, un hectómetro cúbico de agua equivale a mil millones de litros, el consumo anual de una población como Arnedo, con 15.200 vecinos en su censo. La cuenta es tan fácil como una simple multiplicación, la reserva de agua regional asciende ahora mismo a 175.657.000.000 litros.
ALGUNAS CIFRAS CLAVE
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303,8 litros por metro cuadrado se han recogido este año en la estación de la CHE en Mansilla, 51,3 en lo que llevamos de mayo.
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297,9 litros es la precipitación de este año en la estación del González Lacasa, 52 de ellos en mayo.
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396,7 litros por metro cuadrado se han recogido en 2025 en la estación de la CHE en Pajares, 56,2 en este último mes.
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214,1 litros se contabilizan en este 2025 en la de Enciso, con una precipitación de 46,1 este mes.
En una de las mejores vísperas estivales de los últimos años, el agua embalsada no ha dejado de crecer en esta primavera: 1,658 hectómetros cúbicos en los últimos siete días, hasta lograr un incremento mensual de 4,457. La mejora respecto a la misma época del pasado año es evidente, ya que la comunidad dispone de 35,489 hectómetros cúbicos más que en mayo de 2024 y, además, supera en 25,825 la media de los últimos cinco años, según refleja el informe de la CHE, que también recoge las notables estadísticas que presenta la cuenca, con 6.926,094 hectómetros cúbicos (5.818,226 hace un año) y una tasa del 90,5% de su capacidad, muy por encima de, entre otras, las del Guadiana (70,87%), Guadalquivir (61,10%), Júcar (64,05%) y, sobre todo, la del Segura (230,96%).
Parte de la responsabilidad del incremento interanual de la reserva hídrica riojana tiene que ver con el llenado de Enciso, ya a pleno rendimiento, que hoy alberga 44,047 hectómetros cúbicos (93,58%), cuando en mayo del año pasado, en sus últimas fases de prueba contenía 18,336 (38,95%).
Caído del cielo
Pero el resto, los otros tres, también presentan un mejor aspecto: Pajares, al 100%, contiene 35,194 frente a los 29,793 de doce meses atrás; el González Lacasa, con 31,667 (96,16%) ha sumado tres respecto al año anterior (28,672); y el más grande, Mansilla, se acerca al lleno, con 64,749 (95,59%), dos más que hace un mes (62,731) y uno y medio por encima de hace un año (63,367).
Al margen de estos, Terroba aporta otros 1,202 hectómetros , el 14,67% de su volumen (8,190).
Y las razones, inequívocas y caídas del cielo. El primer cuatrimestre del año fue extraordinariamente generoso en precipitaciones, y este mes mantiene la dinámica. Así, mayo, según zonas, ha aportado entre 46,1 (en Enciso) y 100,6 litros por metro cuadrado (en el Camero Nuevo) para sumar en lo que llevamos de 2025 lluvias que oscilan entre los 299 litros de Terroba y los 472,8 del Camero Nuevo, según la tabla de pluviometrías por estaciones recopiladas por la CHE. En el caso de las de los cuatro embalses se sitúan en 302,8 en la de Mansilla (51,3 en mayo); 396,7 en la de Pajares (56,1); 297,9 en la del González Lacasa (52); y 214,1 en la de Enciso.
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