«Nadie quiere hablar de la muerte, pero a veces hay que hacerlo»
«En La Rioja estamos preparados para que el paciente que solicite la eutanasia pueda ser donante de órganos», asegura Martínez Soba
ANA TORRECILLAS
Martes, 17 de mayo 2022, 02:00
La nueva Ley de Eutanasia, que entró en vigor el 25 de junio de 2021, incluye la posibilidad de que el paciente que solicite la ... prestación de ayuda a morir pueda también expresar su derecho a ser donante de órganos y tejidos. Un proceso que asegura la Comisión de garantía y evaluación compuesta por sanitarios y juristas en cada comunidad autónoma. El Boletín Oficial de La Rioja publicó en junio del año pasado el decreto por el que cual se conformaba dicha comisión. El doctor Fernando Martínez Soba, coordinador de Trasplantes del Hospital San Pedro, está trabajando en primera línea ante esta nueva realidad social y sanitaria.
–¿Está preparado el Hospital San Pedro para el protocolo de trasplantes tras la eutanasia?
–Absolutamente preparado. La Rioja, además, es una de las pocas comunidades que establece ya en su Boletín Oficial que la Comisión de garantía y evaluación para la prestación de ayuda a morir tiene como una de sus funciones garantizar el derecho del paciente a recibir información sobre la donación de órganos y tejidos. Ambos procesos deben hacerse en un hospital.
–La Organización Nacional de Trasplantes (ONT) estableció que a finales del mes pasado debía estar listo un protocolo que regulara el procedimiento para la donación de órganos tras la eutanasia ¿Está listo este protocolo?
–Una vez aprobada la nueva ley, la Organización Nacional de Trasplantes dio una serie de recomendaciones generales a los coordinadores. Además, el Grupo de Expertos en Bioética, al que pertenezco, ha trabajado para elaborar esos protocolos y facilitar una serie de documentos como el del consentimiento informado y el de la hoja informativa que están siendo de gran ayuda a los equipos que trabajan en la donación en un contexto tan particular.
–¿En qué consiste ese proceso?
–Se trata de dos procesos distintos: el de la prestación de ayuda a morir y el de donación de órganos y tejidos, independientes entre sí. La nueva ley establece que todas las comunidades deben publicar en sus boletines oficiales las funciones de la Comisión de garantía y el registro de médicos objetores. Un médico puede ser objetor en el proceso de eutanasia pero no en el de la donación. Por otra parte, nuestro protocolo de donación se inserta dentro del de eutanasia y se establece que los profesionales que participan en el proceso de donación no participen en el de la eutanasia. No puede haber conflicto de intereses. El paciente puede solicitar la eutanasia y decidir no donar, incluso después de haber dado su conformidad, puede declinar hacerlo a última hora. La eutanasia y la donación deben hacerse en el hospital. Y de ello debe ser muy consciente el paciente porque puede haber pensado un final diferente para su vida.
«La comunicación con el paciente es diferente. Hablamos de la muerte con alguien que aún está vivo»
pacientes
–¿Cómo se actúa desde la Coordinación de trasplantes cuando un paciente ha solicitado la eutanasia?
–En primer lugar, el paciente realiza una primera solicitud para la prestación de ayuda a morir. El médico responsable debe estudiar el caso y recibirá una alerta de que el paciente tiene derecho a recibir información en relación con la donación de órganos y tejidos. Paralelamente, desde la Coordinación de Trasplantes se habla con el médico para conocer si el paciente puede ser donante. No todos los pueden ser por edad, antecedentes familiares o por las propias enfermedades que padecen. Pero si puede serlo, se le entrega la información sobre la donación. El proceso continúa 15 días después, tiempo máximo que posee el paciente para ratificar su primera solicitud. Se inicia otro proceso deliberativo de la Comisión para resolver si el paciente recibirá o no la eutanasia. Una vez tomada la decisión, el paciente tendrá que firmar dos consentimientos diferentes: uno para recibir la eutanasia y otro para donar órganos y tejidos. Además, puede revocar esta decisión cuando quiera, sin tener que dar explicaciones. Es parte de la autonomía de los pacientes. Lo importante es que veamos la donación como un derecho.
–¿Cómo se realiza la comunicación con un paciente que desea donar tras solicitar la eutanasia?
–Es diferente a la que se realiza con los familiares de alguien que no está en condiciones de expresarse o está incapacitado para hablar. La conversación con el paciente que ha solicitado la eutanasia es mucho más compleja y dura pero tan gratificante o más que las anteriores. Es mucho más delicada porque estás hablando de la muerte con alguien que aun está vivo. Puede resultar aterrador pero yo lo veo como la posibilidad de ayudar a alguien, de salvar vidas en el final de la tuya. Nadie quiere hablar de la muerte, pero a veces hay que hacerlo. Con cariño, con respeto y empatía, siempre.
–Tanto la donación como la eutanasia se deben practicar en el hospital. ¿Esto puede ser un hándicap para que el paciente acceda a ser donante?
–Puede ser que muchos pacientes hayan establecido un final de vida en su casa y esto les trastoque. Pero vamos a plantearles la opción de que pueden salvar vidas. En el Hospital San Pedro llevamos 20 años con un programa de detección de posibles donantes que llegan a Urgencias o a la planta de Neurología y que sabemos que pueden evolucionar a muerte encefálica. Hablamos con los familiares y en más de 97% de las entrevistas acceden a ingresar en UCI con el propósito no ya de salvar la vida, sino de ser donantes. Planteamos la opción de salvar una vida.
«Desde la Coordinación de Trasplantes contactamos con el médico responsable porque no todos los pacientes pueden ser donantes»
donación
–¿Los profesionales que participan en el proceso de donación y de eutanasia reciben alguna formación específica?
–Todos los profesionales en Coordinación de Trasplantes estamos permanentemente formados. Tengo la suerte de pertenecer a la Comisión Bioética de la ONT y esto me permite aprender mucho y participar en trabajos interesantes.
–La ley entró en vigor hace menos de un año, ¿el Hospital San Pedro ya ha registrado alguna petición en este sentido?
–No tenemos datos al respecto, de momento.
–La pandemia afectó negativamente a la donación de órganos y tejidos en La Rioja. Con la vuelta a la normalidad, ¿ha mejorado la situación?
–El pasado mes de enero pusimos en marcha un plan para la dinamización de los programas de donación afectados especialmente por la pandemia, que ha afectado de forma importante en La Rioja, y para desarrollar otros nuevos. A día de hoy, los resultados son buenos, estamos recuperando el ritmo normal de otros años. Pero las cifras hay que consolidarlas y tenemos que esperar a finales de este 2022.
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