Un Plan de Prevención nacido hace 4 años pero ralentizado por el covid
A falta de la formación de otros colectivos e incidir en la prevención, el protocolo sanitario se activa en cuanto hay un intento autolítico
Alumbrado en diciembre de 2018 y en vigor desde enero del siguiente año, el I Plan de Prevención del Suicidio de La Rioja nació ... con el reto de salvar vidas. Elaborado durante dos años por un equipo multidisciplinar de expertos, el protocolo se vio interrumpido por el covid.
«Hay mucho por hacer todavía. Es un plan completo pero que no se ha podido desarrollar en su integridad por la pandemia», admite Marisol Campos, psiquiatra en el centro de Salud Espartero y coordinadora de Salud del Plan de Prevención.
«En este momento lo que está sobre todo en vigor es a nivel sanitario. Cuando hay una tentativa de suicidio se traslada al paciente a Urgencias del Hospital San Pedro, se le estabiliza y una vez que está en condiciones de mantener una entrevista es valorado por un psiquiatra, que decide la intervención más adecuada: o un ingreso en la Unidad de Psiquiatría o su derivación, que es lo más habitual, a una unidad de intervención a nivel ambulatorio. A la vez, se activa una cita preferente en menos de una semana cuando es un adulto y de entre 24 y 48 horas cuando se aborda un intento autolítico en un menor», resume.
«Hay que hablar del problema, pero bien, ofreciendo salidas y recursos, sin catastrofismos»
Marisol Campos
Psiquiatra
Con un escalón previo de consultas en Primaria, el plan se debe completar con la formación en prevención y la coordinación de los distintos servicios sanitarios y de estos con otros implicados: emergencias, bomberos, policías y guardias civiles..., detalla la doctora, que coincide en que «lo trascendental es hablarlo, expresar el malestar, pedir ayuda y dejarse ayudar. El silencio invisibiliza un problema de salud que está a la orden del día. Hay que hablar, pero ofreciendo salidas y recursos, sin catastrofismos».
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