Lo que piensan de La Rioja los turistas

Viajar a La Rioja es una de las opciones más demandadas entre los turistas de las comunidades limítrofes. El País Vasco es sin duda una de ellas. De ahí, concretamente de San Sebastián, han llegado esta Semana Santa María Jesús y su grupo de amigos. No es la primera vez que pisan suelo riojano ya que, como comentan, «volver a La Rioja siempre está en nuestras opciones, es un placer regresar. Nos encanta el buen vino y la comida, y aquí lo tenéis todo». «Solemos hacer viajes en cuadrilla; nos quedamos con ganas de visitar Ezcaray la última vez que vinimos y nos está encantando», aseguran. Además, el grupo está aprovechando el viaje para encontrarse con viejos amigos riojanos: «Tenemos hasta guía turístico: ¡qué más podemos pedir!». Marta Hermosilla

Joana, Francesc y el resto de la familia cogieron un avión el pasado jueves desde Menorca con dirección a Logroño. Buscando turismo de interior y sin recomendaciones previas, llegaron a la calle San Juan, donde se han alojado: «Nada más llegar vimos mucho ambiente y nos encantó además el clima; es inmejorable». «Hemos traído el calor de Menorca», aseguraba Joana entre risas. Prepararon el viaje por su cuenta y, aunque reconocen no ser muy amantes del vino, Francesc finalizó entre risas que «algún vinito blanco seguro que cae». Marta Hermosilla

Miriam y Andreu, una pareja de Barcelona, han cerrado «con broche de oro» su ruta por el norte en San Millán de la Cogolla. Después de una semana viajando por ciudades como Pamplona o San Sebastián, aterrizaron en Logroño donde disfrutaron de la calle Laurel y sus pinchos. «Hemos comido genial y todo es precioso, parece un cuadro», comenta Miriam. Los dos destacan de La Rioja la tranquilidad y la belleza de sus paisajes, una de las cosas que les alentaron a visitar la comunidad. «Necesitábamos escuchar a los pájaros y respirar aire fresco», relatan los catalanes. Y lo hicieron en lugares como San Millán, donde además de dar un paseo por el pueblo pudieron visitar los Monasterios de Yuso y Suso: «Son muy impresionantes, no pensábamos que La Rioja tenía este tipo de monumentos, tenéis un tesoro». Marta Hermosilla

El matrimonio Medrano López, de Vitoria, visitaba el pasado viernes el Monasterio de Santa María la Real de Nájera: «Nos habían hablado de su importante riqueza y teníamos muchas ganas de visitarlo, nos apetecía mucho». Además de las referencias de amigos, también habían hecho acopio de antecedentes por otros medios, en concreto «de libros»: «Somos más de recabar información de los libros que de aplicaciones informáticas», indican. La impresión que estaban teniendo la calificaban como «extraordinaria» y, con el libro 'El Románico en La Rioja' a mano, tenían pensado acudir «a ver la basílica de Santa María de Arcos». Eso sí, echaban en falta «propuestas de rutas de visitas para que el día sea más completo o que haya más días que puedas volver». Félix Domínguez

Estrella nació en Logroño y desciende de Enciso. Reside en Palma de Mallorca y ha venido con las pequeñas Dora y Estrella. El viernes visitaron el yacimiento de Contrebia Leucade en Aguilar. «Una amiga arqueóloga excavó aquí hace unos años. Nos parece muy interesante conocer la historia y nos ha encantado, sobre todo la transcripción del alfabeto celtíbero», explicaba. Además, «en el centro de interpretación te haces la idea de cómo vivían los celtíberos y cómo fue la invasión romana. Impresiona mucho verlo al natural». El centro de interpretación de Enciso y las procesiones de Semana Santa de Calahorra han sido otros planes. Vinieron el lunes y se marchan mañana. Pedro y Elisa, de Madrid, se alojan en el hotel Cervaria en Cervera desde el miércoles. Antes estuvieron en las Bardenas Reales de Navarra. Han visitado la mina de piritas de Navajún y Contrebia Leucade: «Nos ha parecido magnífico. Nos ha llamado la atención el foso y las viviendas excavadas en la roca». Terminaron con la procesión de Cervera. Sanda Sainz

Javier Moreno y sus tres amigos llegaron desde Jaén el miércoles, atraídos por la cultura del vino. Una vez asentados en Ezcaray, donde están alojados hasta hoy, aprovecharon para visitar toda La Rioja Alta y presenciar una de las procesiones de los 'picaos' de San Vicente de la Sonsierra. «En realidad acercarnos a esta procesión ha sido improvisado –explicaban–, porque traemos una ruta más o menos definida, pero cuando hemos visto que se celebraba esta, que ya conocíamos por la televisión, no hemos dudado en venir». Su ruta incluye Logroño y, principalmente, visitas a bodegas: «Ezcaray nos ha gustado muchísimo. Y sí, hay mucha gente, pero nos encontramos mucha gente en todas partes, da igual donde vayas. La gente ya no se queda en casa». María Caro