Borrar
Babacar Seck, con su medalla mundialista. Aragón R. LABODÍA/HERALDO DE
«Mi padre vino en patera a España y es mi ejemplo a seguir por todo lo que ha hecho por nosotros»

«Mi padre vino en patera a España y es mi ejemplo a seguir por todo lo que ha hecho por nosotros»

Babacar Seck | Karateca español nacido en Senegal y bronce en el último Mundial ·

El deportista participa hoy en una jornada organizada por el Gobierno de La Rioja y Diario LA RIOJA con motivo del Día Internacional del Migrante

Iñaki García

Logroño

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Martes, 18 de diciembre 2018, 00:21

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Cuando Babacar Seck se colgó el pasado 10 de noviembre la medalla de bronce del Mundial de kárate fueron muchas las personas que vinieron a su cabeza. «Pensé en mi familia, en mis amigos, en la gente de la federación y en mi club», enumera. En definitiva, en todos aquellos que de alguna u otra manera le han ayudado durante su vida en España, que arrancó a los once años cuando llegó desde Senegal.

El karateca relatará esas experiencias hoy en la Biblioteca de La Rioja, durante una jornada organizada por el Gobierno de La Rioja y Diario LA RIOJA con motivo del Día Internacional del Migrante. Allí relatará, por ejemplo, la admiración que siente por su padre. «Él llegó a España en patera y es mi ejemplo a seguir por todo lo que ha hecho por su familia», afirma. «Es un luchador», apostilla.

Ese viaje en patera fue el inicio de la historia de los Seck en Zaragoza. Poco a poco, y conforme el padre iba ganando dinero para traer al resto de la familia, sus componentes fueron recalando en España. El siguiente en hacerlo fue Babacar y después les llegó el turno a su madre y a sus otros cinco hermanos.

«Las personas que se sacrifican y dejan su país para ayudar a sus familias son héroes»

Los inicios en un nuevo país no fueron sencillos para Babacar. «Era todo muy diferente, parecía que había llegado a otro mundo», reconoce al mismo tiempo que afirma que lo más complicado para él fue aprender el idioma. «Me costó bastante, pero gracias a los amigos que fui haciendo y a las series lo fui mejorando», explica. Y en ese proceso, el deporte jugó un papel fundamental. «Yo quería jugar al fútbol, pero mi padre insistió en que eligiera el kárate», cuenta. «Y no se equivocó, y eso que a mí al principio no me gustaba demasiado», apostilla el joven deportista de 20 años.

El kárate ha sido desde entonces un fiel aliado de Babacar, y no sólo en el aspecto competitivo. «Gracias a él tengo amigos en prácticamente todas las provincias españolas, así como en otros muchos países», asegura. «El deporte es una herramienta muy útil porque es una forma de mostrar cómo somos, a qué venimos y qué queremos representar», enumera.

Tras nueve años en Zaragoza, Seck considera que la convivencia entre las personas nacidas en España y los inmigrantes es cada vez mejor. «Depende siempre de la gente con la que te encuentres, pero por lo general creo que está mejorando mucho», se alegra, aunque admite que en el terreno deportivo ha tenido que esforzarse para alcanzar sus éxitos. «Si vienes de fuera tienes que dar más de ti, debes trabajar mucho», afirma. «Y eso es lo que he hecho siempre», apostilla.

Han sido, por lo tanto, años de trabajo y de paciencia. «Hasta el 2015 no tuve la nacionalidad y hasta el 2016 no pude participar en el Campeonato de España», recuerda. Gracias a eso, acudió a su primer Europeo y la guinda, de momento, llegó con el bronce en el Mundial. «Me hizo mucha ilusión conseguirlo representando a España», recalca el deportista, que tiene un claro nuevo objetivo en su mente. «Me gustaría estar en los Juegos Olímpicos», sentencia.

Para eso quedan dos años y hasta entonces Babacar seguirá luchando por su sueño en Zaragoza, donde vive con su hermano mayor, ya que su madre y el resto de sus hermanos regresaron a Senegal y su padre está en Suiza trabajando como soldador. Para el karateca tanto él como el resto de las personas que han dejado sus países de origen para ayudar a sus familias son admirables. «Son los verdaderos héroes», concluye.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios