Que quien lea piense y dude
Difícil mundo para los jóvenes que busquen la verdad por debajo de tanta agua podrida
Jueves Odios
Que quien lea piense y dude
Los jóvenes se informan por las redes sociales. Es una realidad que nos pesa toneladas a los periodistas, y no porque temamos por nuestro pan futuro. Nos pesa principalmente porque esas redes se dedican sobre todo a mentir (de forma voluntaria e interesada) y porque los usuarios se lo tragan como imberbes masas crédulas.
No sé si les podemos pedir otra cosa. La cosa está montada para que si un chaval empieza a ver vídeos machistas, digamos, toda su ... red se convierta en machista. No verá otra cosa. Si le pica el racismo, todo a su alrededor (en ese alrededor digital que tanto abarca) será racista hasta la náusea, hasta la caricatura.
Leo dos noticias esta semana. Una, el jueves. Casi un cuarto (¡un cuarto!) de los chicos jóvenes cree directamente que la violencia de género no existe. Que es un «invento ideológico». Uno puede, ciertamente, discrepar de qué políticas se usan para evitar que miles de mujeres sean acosadas, golpeadas y maltratadas por sus maridos. O que cincuenta de ellas mueran cada año. Pero no puede, si uno tiene dos dedos de frente y un contacto mínimo con la realidad, negar el hecho. Ahí está el quid de la cuestión: esos chavales pierden pie en su contacto con el mundo, ven otro que se superpone a él y se le parece, pero que no es el real.
La otra noticia es de hace unos días. La UNIR publicaba un estudio sobre el odio en redes sociales y comentarios de periódicos. Los mensajes de odio son ubicuos en la web, incluyendo algo que me duele y me cabrea a partes iguales: el 50% de los mensajes publicados en medios digitales españoles. Es un buen ejemplo de las cosas que pasan. Algunos medios (este, por ejemplo), moderan y restringen con extremada atención sus comentarios. Alguno puede escaparse del filtro, la amplia mayoría no.
Hacemos eso a sabiendas de que tener una sección de comentarios abierta y asalvajada nos daría más tráfico. Así que ya saben por qué no lo hacen quienes no lo hacen y permiten esas burradas en su casa.
Es dinero, todo. Las redes sociales mayoritarias han desmontado sus sistemas de verificación. La excusa es el absolutismo en la libertad de expresión, la realidad es el dinero, porque el odio moviliza y fideliza como nada . Es bueno para ellos, aunque sea devastador para el conjunto de la sociedad.
El estudio de la UNIR apelaba a una solución casi única: que quien lea piense y dude. Ojalá sea posible. Y ojalá sea suficiente.
Martes Tormenta
La ideología del cielo
Otra cosa que tampoco existe para algunos, pocos pero ruidosos: el cambio climático. Aunque aquí también la realidad es tremendamente tozuda y se empeñe en ponerles delante de los ojos lo que pasa. Y lo que pasa es, básicamente, que el clima se está desplazando, moviendo el calor y las tormentas de sus fechas «normales» y haciéndolos además más intensos. A los de la ciudad nos molesta, pero para los del campo la cosa amenaza con ponerse trágica.
Por eso me extraña cómo los discursos antiecologistas calan con tanta facilidad en muchos sectores del agro. Evitar el cambio climático, digo, es urgente y vital para todos, pero quienes primero van a sufrir si esto sigue por este camino van a ser los agricultores.
Sin duda los cambios obligados son molestos, y hay que acompañar y ayudar entre todos. Pero achacar todo a una supuesta «ideología verde» es directamente suicida. No es ideología: solo hay que mirar al cielo de este junio.
Jueves TC
Jueces mandados
Los partidos políticos lo quieren todo. Estar en todas partes, controlar todas las instancias. Es tarea de la sociedad civil intentar ponerlos en su lugar, no plegarse a uno u otro según quién convenga.
Ya no hay quien impida la grotesca confirmación de que la Ley de Amnistía es constitucional, pero es incluso peor para todos otro detalle: que todo el mundo sabía exactamente qué iba a votar cada uno de los magistrados del TC. Porque, para su vergüenza y nuestra desgracia, no son más que jueces de pacotilla, mandados por su partido.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión