«Si me voy sería por motivos personales, en lo profesional me quedaría encantada»

«Yo creo que no se elige esta especialidad porque es la gran desconocida, en muchas de las otras tenemos asignaturas concretas de cada una a la largo de la carrera, pero la Medicina Familiar y Comunitaria no entra en el plan docente como asignatura y muchas veces ni siquiera como prácticas», se lamenta Marta Pérez (Santander, 1994), quien confiesa que «desde que conocí la especialidad me enamoré».

Pese a admitir que «mucha gente piensa que solo nos dedicamos a recetar ibuprofenos», asegura que «debes saber mucha medicina para poder diagnosticar y tratar muchas cosas en Primaria sin necesidad de contar con nuestros compañeros de la especializada». Otra de las claves es que «es una especialidad muy humana en la que generas relaciones de confianza con el paciente», asegura esta profesional destinada en la actualidad en el centro de salud Rodríguez Paterna, donde admite que «tenemos exceso de pacientes, con mucha enfermedad crónica, porque ese peso lo lleva Primaria, muchas de horas y solo 10 minutos para atender a cada paciente, con lo que vas con el turbo puesto a todas las horas, pero todo ese esfuerzo compensa porque la gente, la mayoría al menos, valora tu trabajo y te agradece la atención, y con eso es con lo que me quedo yo al final de cada jornada».

Admite que llegó «por casualidad» a La Rioja: «Llegué aquí de forma aleatoria a hacer el MIR, vine con mi pareja, que también es médico, pero a día de hoy pienso que he tenido una suerte increíble porque la unidad docente y el plan formativo son una pasada». Tras defender que «es una pena, pero creo que no se elige La Rioja por desconocimiento», en unos meses tendrá que decidir su futuro: «Si me voy de La Rioja sería más por motivos personales, porque en lo profesional yo me quedaría encantada aquí».