«En las mejores manos posibles»
200 recién nacidos acaban cada año en Neonatología. De ellos, 170 pasan por un programa «pionero», que busca seguir su desarrollo en los años posteriores
diego g. chaparro | m.l.
Viernes, 17 de agosto 2018, 13:45
Unos 200 recién nacidos necesitan cada año en La Rioja atención hospitalaria, y acaban en el área de Neonatología del San Pedro. Es el 7% del total de los nacimientos. La mayoría de ellos, unos 170, pasan por un programa llamado «Seguimiento del Desarrollo de los Niños de Riesgo», que busca detectar y atender cuanto antes las alteraciones en el desarrollo normal de los pequeños, y así poder «mejorar su desarrollo posterior y su calidad de vida».
«Las familias pueden estar tranquilas porque están en las mejores manos posibles». La frase es de la consejera María Martín, que esta mañana ha visitado la unidad de Neonatología del San Pedro. Una unidad en la que trabajan 3 especialistas, 19 enfermeras y 9 auxiliares de las áreas de Neuropediatría, Fisioterapia, Rehabilitación y Neonatología, que cuentan con 11 incubadoras y 13 puestos de cuna preparados para atender a niños prematuros.
María Luisa Poch, neuropediatra del San Pedro e impulsora del programa, destaca el cambio que en los últimos años se ha vivido en estas secciones de los hospitales. Y es que antes las familias jugaban un papel de meros espectadores, mientras que en los últimos años se tiende a una unidad de «puertas abiertas» y se han puesto en marcha iniciativas como el 'Programa Canguro', un método que «intenta que las familiares participen en los cuidados, sobre todo piel con piel». El contacto entre los padres y el recién nacido ayuda, y mucho: «Está demostrado que la participación de los padres favorece un alta precoz y una mejor evolución posterior«.
Definido por los propios profesionales sanitarios como «una dura experiencia», los nacimientos prematuros son un problema para lo que «ninguna persona está preparada». Tras pasar por Neonatología, es especialmente importante el papel de la Atención Temprana. Una adecuada atención temprana ayuda a evitar discapacidades que puedan surgir ante este problema gestacional. Los niños son atendidos desde su nacimiento hasta los seis años de vida, y a partir de ahí sus problemas «pasan a otras areas del hospital», aseguró Poch.