Medallas para la investigación y el conocimiento

La Fundación Dialnet se ha convertido en una referencia mundial para todos los universitarios e investigadores del mundo hispanohablante. Impulsada por la Universidad de La Rioja en el año 2001, es la hemeroteca científica digital más importante en español sobre humanidades, ciencias sociales y jurídicas. Artículos, libros, capítulos, tesis doctorales... Más de siete millones de documentos gratis, a disposición de todos los estudiosos interesados. Los autores son los que deciden qué textos se ofrecen íntegros (la cuarta parte del total) y de cuáles se registran al menos las referencias bibliográficas y los sumarios. Las cifras del año 2020 dan la medida de su repercusión univesal: 2,36 millones de usuarios registrados, 570 millones de páginas visitadas, 208 millones de descargas y 32,5 millones de búsquedas.

El grupo de investigación GESVIN (gestión y control químico y microbiológico de los procesos enológicos) desarrolla diferentes investigaciones que pueden aplicarse en la mejora de los procesos de elaboración del vino. Entre sus líneas de investigación, figura el estudio de alternativas químicas y enológicas para disminuir las dosis de sulfitos en vinos; el seguimiento de la evolución del potencial agronómico y enológico de variedades blancas; el análisis de la crianza en barricas y de sus alternativas; o la selección de microorganismos de interés enológico. El GESVIN es uno de los quince grupos de investigación integrados en el Instituto de Ciencias de la Vid y el Vino, una institución creada en 2014 por el Gobierno de La Rioja, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y la Universidad de La Rioja.

Finalmente, la concesión a Miguel Ibáñez Rodríguez del título de Riojano Ilustre conjuga las dos señas de identidad más relevantes de la región: el vino y la lengua. Filólogo natural de Badarán, Ibáñez es profesor titular de la Universidad de Valladolid y ejerce en la facultad de Traducción e Interpretación de Soria. En su obra aflora la pasión por el lenguaje de la vid y el vino, así como por los monasterios de San Millán y por el magisterio de Gonzalo de Berceo. Además de investigar sobre las traducciones históricas en materia enológica, Ibáñez escarbó en la biblioteca de Yuso para analizar todos los manuales monásticos que allá se conservan dedicados al cultivo de la vid y a la elaboración de vinos. También ha estudiado los grafitos de Suso y dedicó su tesis doctoral a analizar la influencia de lo cortés en la obra poética de Berceo.

Las tres distinciones de este año se hallan, por lo tanto, unidas por un hilo común: el que engarza la investigación, el conocimiento, la lengua castellana y el vino.