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Jesús Martínez Bujanda es el único bodeguero español, y uno de los escasos europeos, con bodega en EE UU. La visión de lo que allí ... sucede con los aranceles es diferente a la que llega a Europa: «Aquí la gente está muy dividida con Trump, hay quienes le apoyan porque creen que el resto del mundo se ha aprovechado de EE UU y ve razonables los aranceles, al menos de momento, y otros en su contra que piensan que esto es una locura y que nos llevará a una recesión. En cualquier caso, las formas no están siendo las correctas y podría haber entablado negociaciones con los diferentes países sin amenazas y sin llegar a esta situación en la que nos encontramos».
Lo cierto es que los aranceles no son algo estrictamente nuevo, puesto tanto las aduanas de la UE como las de Norteamérica ya gravan los vinos de forma recíproca [alrededor de 15 céntimos de euros por litro en el caso de Europa y de 6,3 centavos en el caso de EE UU para los vinos tranquilos], aunque su impacto actual queda lejos del 20% que se aplicará ahora: «Lo que espero –indica Martínez Bujanda– es que al final de toda esta incertidumbre se eliminen aranceles entre los países por que hay muchos tasas de este tipo que pagamos y que no se habla de ellas. Por ejemplo, China tiene un 45% entre aranceles e impuestos al vino español y un 94% al vino americano».
Jesús Martínez Bujanda, junto a su hermana Ana y su padre Jesús, inauguraron en 2019 en Walla-Walla, en Washington State, una bodega dentro del grupo Valdemar Family, una apuesta arriesgada pero que sigue recogiendo frutos hasta el punto de que el empresario riojano fue elegido uno de los 40 jóvenes más influyentes del mundo del vino en EEUU: «La botella más barata que vendemos de Valdemar Estate es un chardonnay con un precio de 40 dólares, como referencia, cuando nuestro crianza de Rioja lo vendemos aquí a 20 dólares y el reserva a 30 dólares».
Así las cosas, el bodeguero considera que el consumidor americano tiene «margen» para seguir consumiendo vino importado de Europa y de España: «Cómo gestionar ese sobrecoste va a depender de la estrategia y posicionamiento de cada bodega, es decir, si decide asumir por su cuenta los aranceles; si lo comparte con el importador, o si lo repercute directamente al consumidor, pero al menos creo que no van a hacer desaparecer los vinos europeos y españoles del mercado de EE UU como hubiera ocurrido con un arancel del 200%. Hay que recordar, además, que los aranceles anteriores del 25% no eran para todos los países europeos, con lo que España quedaba en inferioridad».
Martínez Bujanda considera que la cifra, un 20%, es «importante», aunque también aclara que «todo el sector europeo nos estábamos esperando un arancel del 25%». «Lo peor –añade– es la incertidumbre y, de hecho, ha sido este hecho el que ha paralizado el mercado del vino en las últimas semanas». «No es lo mismo –continúa– un arancel del 20% que uno del 200% y, personalmente, creo que las cosas están volviendo poco a poco la normalidad, si bien sigue preocupando el tema de Repsol y el petróleo venezolano, porque, si nos cayera otro 25% adicional, sí tendríamos un problema serio».
El bodeguero riojano señala que en su caso hicieron aprovisionamiento de vinos de Valdemar (DOCa Rioja) ante la previsión de aranceles: «Tendríamos vino para cuatro o cinco meses pero ya tengo algún pequeño envío en el mar porque tampoco queremos quedarnos desabastecidos». Martínez Bujanda señala que «nosotros estamos trabajando con nuestros importadores y distribuidores para ver cómo gestionamos ese 20% de sobrecoste». «De hecho –continúa–, tengo tres videconferencias esta semana con importadores, así que ahora mismo yo no diría que el mercado de EE UUestá paralizado como sí lo estuvo hace unas semanas».
Martínez Bujanda señala que la crisis del vino en EE UU existe como en todo el mundo: «Baja el consumo también y aquí, en Columbia Valley, quedaron uvas sin coger la vendimia pasada, pero en Walla-Walla, que es una subdenominación, no sobró ni una». «2024 fue para nosotros de cifras récord, tanto en la producción local como en la exportación de Rioja a EE UU, así que, pese a que sobra vino en el mercado, sigue habiendo oportunidades aquí, aunque está más difícil para los vinos más baratos«.
La economía norteamericana ha estado tirando, claramente, por encima de la europea en buena medida debido al consumo interno. Jesús Martínez Bujanda es cauto sobre si la política arancelaria puede dañar la inflación y frenar el gran motor de la economía de EE UU: «Están cambiando muchas cosas y se desconocen los efectos a medio plazo, pero, de momento, en la bodega no hemos notado ningún frenazo del consumo o del gasto». «En los tres primeros meses del año –continúa–, aunque son los menos significativos por el clima desde el punto de vista del enoturismo, de momento las visitas siguen igual que hace un año y el gasto por turismo también». El bodeguero riojano explica que «son temas muy complejos porque, además de aranceles para la supuesta protección de la producción propia, Trump ha anunciado bajadas de impuestos y un petróleo mucho más barato». «De momento –continúa–, ni lo uno ni lo otro, pero esta incertidumbre no ha hecho más que empezar». Jesús Martínez Bujanda insiste en que «nadie tiene claro cómo va a acabar esto, sino que los efectos de todo este asunto lo veremos a medio plazo, pero esta volatilidad no ayuda a ninguna economía y el consumo a corto plazo puede resentirse. Además, me preocupa la 'animosidad' que pueda quedar contra EE UU, así que, al final de todo esto, espero que las cosas se calmen».».
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