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Rabia Talab, oculta tras una foto de su hija, durante la videollamada que mantuvo el jueves desde Berlín. SULEYMAN EVRAN/SADE VISUAL

Rabia Talab | Madre de Salwa Zidan

«Que Dios le perdone, yo jamás podré. Él mató a mi niña, a mi flor, a mi alegría»

Con la esperanza de abrazar pronto a sus tres nietos, la mujer reclama desde su hogar berlinés un castigo «ejemplar» para el asesino

Domingo, 26 de noviembre 2023

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Dolor, incredulidad, incomprensión y un odio profundo para el que jamás habrá perdón posible. No hay cicatriz, la herida no se ha cerrado, tal vez ... nunca lo haga. Es el dolor inconsolable de una madre a la que la demencia machista arrebató a su única hija. Rabia Talab ni olvida ni perdona, quiere que el asesino de su pequeña, Salwa Zidan, pague por su crimen, mientras espera a sus nietos, a los que debe el abrazo que no pudo dar a su niña, «la flor de nuestra casa».

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