«Es importante que la Iglesia salga de las sacristías y atienda a los marginados»
El exdominico alfareño apuesta por un Papa que siga la orientación que ha marcado Francisco, pero que también se ocupe de la curia
José Manuel Bernal Llorente (Alfaro, 1936) fue dominico. Vivió en Roma durante 21 años y allí ejerció como catedrático en el 'Angelicum', la Pontificia Universidad ... Santo Tomás de Aquino. Aunque en 1986 dejó la orden y contrajo matrimonio, nunca abandonó el estudio de la teología y en especial de la liturgia, asuntos a los que ha dedicado más de una decena de libros.
– ¿Cuál es el reto más importante del nuevo Papa?
– Tiene que seguir los pasos y la orientación que ha marcado durante estos años el papa Francisco. En primer lugar, es muy importante que la Iglesia salga de las sacristías y aborde de una manera más decidida, más clara, la tarea misionera de cara a la sociedad actual, que en buena medida es agnóstica. Eso por un lado. Otro aspecto importante es una atención primordial a la clase social más necesitada, a los pobres, a los marginados. Por último, de cara adentro, una Iglesia menos machista, más atenta a la presencia de la mujer. Ya se han hecho muchas cosas pero el camino está a la mitad. Habría que impulsar una presencia más importante de las mujeres en el conjunto de la Iglesia, abandonando para siempre el clericalismo, que ha sido un auténtica tara para la Iglesia.
– ¿Tiene algún nombre o algún perfil en mente?
– Creo que debería ser un Papa que tenga una mayor experiencia que la que tenía Francisco, que venía de Buenos Aires y estaba dedicado a una tarea pastoral. Haría falta ahora un Papa que pudiera prestar más atención a la curia, a la gente de dentro. Eso al papa Francisco le ha resultado incómodo.
–¿Y eso exigiría un Papa italiano o la nacionalidad da igual?
–No es imprescindible que sea italiano, pero hay alguno que a mí me da buena impresión. Estoy pensando sobre todo en el presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, Zuppi. Tampoco me disgusta, por su talante, el secretario de Estado, Parolin. Tengo más miedo a los norteamericanos, donde hay un núcleo tradicionalista empedernido y rabioso que incluso se ha enfrentado al Papa. Me dan miedo hasta cierto punto porque creo que en el cónclave no tienen mucho que hacer.
– ¿Y los españoles?
– Hay que pensar en los que han sido nombrados por el Papa. A mí me gusta mucho el cardenal de Madrid, Cobo, pero es un hombre muy joven y creo que los cardenales no estarán por la labor de elegir un Papa que dure un montón de años. Me gusta también el cardenal de Barcelona, Juan José Omella, que también es muy cercano a Francisco.
– Habla de la necesidad de impulsar el papel de la mujer, ¿incluso hasta llegar al sacerdocio?
– No sé por qué hay esa obsesión por ser curas. Hay de por medio un planteamiento que no es correcto: pensar que ser sacerdote es investir a alguien de poder. No lo es; es un servicio. Lo relevante es que se dé a las mujeres puestos de responsabilidad importantes, allí donde se cuece de verdad la marcha de la Iglesia. Pero para eso no hace falta ser cura. Si no, caeríamos en la clericalización de la mujer y pienso que eso no es bueno.
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