El fiscal pide 30 años de cárcel para cada uno de los cuatro acusados del crimen del Ebro

Veinticuatro meses después, los cuatro adultos acusados del crimen esperan en la prisión logroñesa la celebración de juicio. No habrían sido los únicos presuntamente implicados en los hechos. Otros dos menores –dos hermanas que entonces tenían 15 y 16 años– ya fueron juzgadas por su participación en el robo y asesinato del joven repartidor que residía junto a su familia en Oyón y que se desplazaba en bicicleta desde la capital riojana, donde trabajaba, hasta el municipio alavés.

La Fiscalía imputa ahora a los cuatro acusados los delitos de robo y asesinato y reclama para cada uno de ellos una pena de 30 años de cárcel, 25 de ellos por el asesinato y 5 por el robo.

Al igual que en el reciente juicio contra Francisco Javier Almeida, pendiente de sentencia, un jurado popular decidirá el futuro de los procesados en una vista que previsiblemente se celebrará tras el verano. Por tercera vez este año –el segundo será el del crimen de Entrena, previsto antes del verano– un tribunal ciudadano deliberará sobre la culpabilidad o no de los acusados.

El relato de los hechos sobre los que tendrán que debatir los nueve miembros del jurado arranca sobre las 23.15 horas del 6 de abril de 2021. Era martes e Isam Haddour circulaba con su bicicleta por la calle Intendencia de Logroño, junto al aparcamiento de Valbuena, en las inmediaciones del parque del Ebro. De regreso a Oyón se paró en uno de los muretes que hay en la calle, momento en el que los acusados, supuestamente, pidieron un cigarro a Isam. Él se negó, se lo recriminaron y comenzaron a agredirle con una «violencia extrema». Así lo describió el jefe de la Brigada Provincial de Policía Judicial en La Rioja, el inspector jefe Eduardo Esteban, durante la rueda de prensa en la que explicaron los detalles de la operación bautizada 'plumas'. Los acusados, presuntamente, le propinaron una «brutal» paliza, le dejaron tirado, «en estado inconsciente mientras emanaba sangre de sus heridas», y se dirigieron hacia el frontón del parque del Ebro, en donde uno de los agresores les habría propuesto regresar para quitarle todo lo que llevaba encima. De vuelta, le arrebataron el teléfono, la cartera, el poco dinero que llevaba encima, la bicicleta y el plumas que tres días antes había comprado Isam y que dio nombre a la operación policial.

En torno a las 23.30 horas de esa misma noche, agentes de la brigada provincial de Seguridad Ciudadana que realizaban labores de prevención les dieron el alto y les identificaron en la calle Portales. Aún no se sabía nada de lo ocurrido apenas 15 minutos antes. El grupo se separó y cada uno fue por su lado. Sobre las 00.50 horas del miércoles una llamada al 091 alertó de que alguien había intentado robar en la caseta de una obra en la calle Clavijo. Detuvieron a un joven que llevaba puesto el plumas de Isam.

Mientras tanto, la víctima agonizaba en el parque del Ebro hasta que sobre las 07.30 horas un vecino que paseaba a su perro le localizó tendido en el suelo. Estaba inconsciente con sangre en la cabeza y en las manos, pero todavía estaba vivo. Llamó al 112, acudió una patrulla de la Policía Local y los servicios de emergencia trasladaron a la víctima al Hospital San Pedro, pero tras horas en estado crítico, a las 19.40 horas los médicos certificaron su muerte.

Al día siguiente comenzaron las primeras detenciones. El viernes 9 fue arrestado un joven de 22 años y de nacionalidad colombiana cuando salía de su domicilio. Horas después, la Policía interceptó en la calle a otro de los ahora acusados, un joven de 25 años. El sábado, los agentes detuvieron a los otros dos adultos, que entonces tenían 19 y 21 años. También entonces se efectuaron los primeros registros domiciliarios y ya el domingo se cerró la operación con la detención de las dos menores de edad, hermanas de 14 y 16 años de edad. Todos ellos eran conocidos de la Policía Nacional con numerosos antecedentes policiales por delitos contra el patrimonio fundamentalmente, sumando entre ellos trece antecedentes policiales, entre otros por delitos de lesiones, robos con fuerza y robos con violencia e intimidación.