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El exprofesor logroñés condenado por abusos seguirá libre hasta que se pronuncie el Supremo

La Audiencia de Vizcaya, que dictó 11 años de cárcel, le retira el pasaporte y le obliga a comparecer cada semana en un juzgado para evitar su fuga

KOLDO DOMÍNGUEZ

BILBAO.

Miércoles, 5 de diciembre 2018, 23:44

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La sección Primera de la Audiencia Provincial de Vizcaya acordó ayer mantener en libertad a José María Martínez Sanz, el exprofesor logroñés del colegio Gaztelueta condenado por abusar sexualmente de uno de sus alumnos en los cursos 2008-2009 y 2009-2010. El tribunal que le impuso 11 años de cárcel valoró que no existe riesgo de fuga ni de reiteración delictiva, así como que su sentencia aún no es firme, puesto que la defensa ha anunciado que presentará recurso de casación ante el Tribunal Supremo. Eso sí, los jueces decidieron retirarle el pasaporte para evitar que abandone el país, al tiempo que le obliga a comparecer semanalmente ante un juzgado de guardia.

Estas medidas se acordaron en una vistilla para resolver sobre la petición de ingreso en prisión «inmediata» solicitada por la letrada de la víctima, Leticia de la Hoz. En la sesión, en la que estuvo presente el exdocente y su abogado, Eduardo Ruiz de Erenchun, la Fiscalía apoyó los argumentos de la defensa para mantenerle en libertad hasta que haya sentencia firme. «El tribunal ha tenido en cuenta que desde el primer día se ha presentado cada vez que ha sido requerido. Si quisiera haberse fugado, podría haberlo hecho el mismo día que se conoció la sentencia», explicó Ruiz de Erenchun.

El procesado recibió ayer de forma oficial el fallo de la Sección Primera, por lo que a partir de ahora su representante legal procederá a presentar el recurso de casación ante el Supremo. Según sus cálculos, lo hará después de Navidad.

El Supremo suele necesitar, de media, alrededor de nueve meses para estudiar y pronunciarse sobre un recurso. No obstante, según los cálculos de los letrados, este caso podría prolongarse hasta un año. De ahí que el profesor podría continuar en libertad, al menos, hasta las siguientes navidades.

En la vistilla de ayer, la acusación esgrimió que, vista la «gravedad» de la pena, existía una evidente «alarma social y peligro de reiteración del delito», así como el riesgo de que el docente huyera al extranjero para evitar su encarcelamiento. Apoyaba su razonamiento en que había residido un año en Australia, país al que se desplazó justo después de que salieran a la luz las acusaciones de su víctima. Allí impartió clases en un colegio del Opus Dei, prelatura a la que pertenece -es un numerario-, por lo que De la Hoz argumentaba que podía disponer de una red de apoyo para poder fugarse.

«Será complicado»

El tribunal, sin embargo, desestimó este razonamiento y decretó, siguiendo el criterio que aplica en estos casos, que Martínez permanezca en libertad hasta que el Supremo se pronuncie. «Teníamos que intentarlo para evitar que este señor cometiera algo parecido. Pero para la familia no era determinante que entrara en prisión o no. Les da igual esperar un año porque estamos convencidos de que el Supremo va a confirmar la sentencia», valoró De la Hoz.

Hasta que llegue la decisión del alto tribunal, Martínez no podrá salir de España y, presumiblemente, residirá en Pamplona, ciudad a la que trasladó su residencia tras regresar de Australia. «Tenemos confianza de que el Supremo case la sentencia con nuestro recurso y salga absuelto. Por pura estadística, es verdad que será complicado, pero disponemos de argumentos técnicos sólidos que, incluso respetando parte de los hechos que declara la Audiencia, la pena pueda bajar hasta 3 años», expuso el letrado del condenado.

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