«Siempre he pensado que tenía que hacer algo por mi pueblo»
Eduardo Anguiano retorna a Pedroso para montar su proyecto Espacio Cáscaras
Es natural de Pedroso y lo lleva muy a gala. Eduardo Anguiano Ramos, tiene 41 años. Agricultor de profesión, aunque hasta hace un año se ... dedicaba a realizar piezas para aviones. El Erte por el COVID en su empresa le hizo pensar en esta iniciativa que ahora ha puesto en marcha junto a su esposa, Berta Novoa.
– ¿Cómo empezó todo?
– Teníamos este pabellón, herencia de mi padre, y en él queríamos hacer un secadero para las nueces. Pero por circunstancias de la vida, el año pasado empezamos a hacer las excursiones partiendo desde aquí, alquilamos una cocina ambulante porque la gente nos pedía caparrones, dimos el menú con los caparrones y a raíz de eso empezamos a pensar en el proyecto.
– Ahora, con la perspectiva del tiempo se podría decir que fue una prueba piloto.
– Sí. Fue que como no se podía hacer la feria de la nuez por el tema del COVID, acondicionamos este local, una antigua cuadra, y comenzamos a darle utilidad con diversas actividades escalonadas para evitar las aglomeraciones. Visto el buen resultado presentamos el proyecto a Emblemáticas y Proyectos Piloto de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Mundo Rural, Territorio y Población, y de sesenta que se presentaron quedamos como el cuarto proyecto.
– ¿En que se concreta?
– El sitio se llama Espacio Cáscaras, y es gastronomía, ocio y cultura rural, que es lo que resume un poco lo que aquí se va a hacer. Gastronomía por el bar restaurante; ocio por los paseos que se irán organizando, tanto de aventura infantil como los destinados a adultos; y cultura rural en las exposiciones que se van a desarrollar a lo largo del año y que versarán sobre el mundo rural.
– ¿Cuántas veces les han llamado locos por embarcarse en un proyecto como este, en un pueblo pequeño?
– En principio, como casi fue más locura lo del pasado año, que la gente nos decía que nadie iba a venir y luego tuvo un éxito tremendo, ahora ya lo miran de otra manera. De todas formas por ahora solo vamos a abrir los viernes, sábados y domingo. Cuando llegue el verano nos plantearemos ampliar los días.
– ¿Qué es lo que les ha movido a realizar el proyecto?
– La idea nació un poco de que yo siempre he pensado que tenía que devolverle al pueblo (se emociona) lo que ha hecho por mi familia y por mí, que tenía que hacer algo por el pueblo, que no podía verlo morir.
– ¿Cuándo se fue?
– Hace 22 años, cuando me fui a estudiar. Y hace dos años volví y estamos empadronados aquí. Vamos a Logroño, mi hija estudia allí, pero paso el mayor tiempo posible aquí, donde tengo 1.800 nogales.
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