Carlos Pérez López | Gerente de Valdezcaray

«Creo que es más importante ser un buen gestor que ser ingeniero»

– ¿Qué le atrajo de Valdezcaray para optar a su gerencia?

– Siempre he sido un apasionado del esquí y de la montaña y justo estaba buscando un cambio profesional. Era una opción que siempre me había planteado, después de unos años dedicados al agua en lugar de a la nieve.

– ¿Había estado en Valdezcaray?

– No, nunca había estado.

– ¿Y qué le ha parecido?

– Me parece un sitio espectacular. Todavía no la he visto con nieve y no he podido disfrutar de sus pistas, pero la impresión es buena, me parece una montaña equilibrada, con muchas posibilidades de esquí, muy interesante.

– Va a acabar el año y aún no se ha abierto ni parece que lo vaya a hacer próximamente. ¿Cuál es la previsión?

– Las previsiones son poco optimistas, la verdad. Las temperaturas suben y las mínimas no se mueven, lo que provoca que no podamos producir nieve. Hay que esperar a que baje más, que nieve de manera natural. Nosotros tenemos todo a punto para que en el momento que caiga un palmo de nieve poder pisar las pistar y abrir al público.

– ¿Es la nieve artificial la solución, si el problema es las temperaturas no son muy bajas?

– Cada vez entra más tarde y dura menos el invierno. Es una tónica general y el calentamiento es global, lo que reduce los días es los que podemos disfrutar del esquí.

– Ha manifestado que una de sus pretensiones es impulsar la nieve artificial, ¿cómo si no hay temperatura para mantenerla?

– En realidad, cuando haces nieve artificial (mal llamada así porque realmente es un cultivo), pulverizas agua a presión en una atmósfera a temperatura negativa. También es importante que haya una humedad baja en el aire. Así, si la humedad es muy baja, la temperatura puede ser mayor. En efecto, se necesita que haga frío. En nieve artificial se habla de temperatura húmeda, que es la unión de esos dos datos. Va a hacer frío, pero cada vez se concentra en un periodo más corto, en cuanto se produzca hay que aprovecharlo. La nieve artificial garantiza ampliar o maximizar los días de apertura de la estación.

– Generalmente Valdezcaray no ha abierto más allá de Semana Santa, a veces no por falta de nieve sino de esquiadores, ¿cambiará esa concepción?

– Habrá que valorarlo en función de cómo vayan las temporadas y la demanda de los clientes. Efectivamente, en todas las estaciones, pasada la Semana Santa cambia de mentalidad, se enfoca hacia otro turismo y ya no es rentable mantener la estación abierta.

– ¿Y es rentable una estación como Valdezcaray, que es pequeña y abre poco?

– Rentable según cómo se mire. Produces un flujo de turismo en la región que aporta mucha riqueza en muchos sectores y produce no solo trabajos directos sino indirectos para dar servicio a los usuarios. Como inversión pública, no se tienen en cuenta solo los ingresos de la estación, se procura generar un atractivo turístico que enriquezca la zona.

– ¿Con cuántas pistas se abriría Valdezcaray? En los últimos años son contados los días de apertura total de pistas...

– Se puede abrir cuando las condiciones de innivación de las pistas sean suficientes para que sea seguro practicar el esquí, que la nieve sea suficiente para tapar piedras y ramas. No es por número de pistas sino por cantidad de nieve de la que se disponga.

– Es una estación peculiar, que pasa de estar cerrada a abrir un puente y que acudan 5.000 personas. ¿Cómo se gestiona eso?

– Con mucho esfuerzo, ilusión y trabajo. A veces eso genera colas pero los humanos somos así, esperamos ansiosos a esquiar y cuando nieva se producen esos picos. En Valdezcaray se pueden formar colas en el telesilla La Cascada pero normalmente en los de arriba la espera no supera los 7 minutos, que está bastante bien.

– Para paliar la falta de apertura en invierno se lleva anunciando desde hace años el uso deportivo estival de Valdezcaray, ¿Cuándo se hará realidad?

– No puedo responder ahora mismo. El proyecto se va a licitar en enero y, si va todo bien, se adjudicará próximamente y comenzarán los trabajos cuando desaparezca la nieve. Si todo es favorable, se podrá abrir este verano.

– Precisamente en junio se celebra en Valdezcaray el campeonato nacional de kilómetro vertical. ¿Será un buen escaparate?

– Por supuesto. Redunda en que mucha gente que no nos conoce venga a visitarnos o nos vea en los medios.

– Su contratación ha suscitado cierta polémica. El PSOE criticó que no cumple con los requisitos en el proceso de selección, entre ellos ser ingeniero mecánico. ¿Qué opinión le merece?

– Realmente no hay ninguna polémica. El procedimiento fue abierto, la selección la llevó una empresa independiente y eligieron al que les pareció que tenía la mejor formación y experiencia para gestionar el proyecto. Es verdad, soy geólogo, no ingeniero, pero no dicen lo demás, como que tengo un máster en dirección de empresas, con quince años de experiencia, que creo que es lo importante. Además, he estado diez años trabajando dentro del mundo de la nieve en Andorra y Francia y tengo títulos de profesiones reguladas en esos países, y no en España, como maquinista pisanieves, nivocultor, agente de dominios esquiables, monitor de esquí... Creo que es más importante ser un buen gestor que ser ingeniero.

– CCOO ha criticado que «Valdezcaray sigue siendo el cortijo político de siempre». ¿Se siente aludido?

– No. No tengo ninguna vinculación política, no he pertenecido nunca a ningún partido.