Salud destruye unas 10.000 dosis caducadas por el recelo al tercer pinchazo frente al COVID
La mitad de los riojanos de 30 a 39 años y el 34% de entre 40 y 49 no ha recibido la vacuna de refuerzo
Desde el arranque de la campaña de inmunización frente al COVID-19 en los últimos días de diciembre de 2020, La Rioja ha destruido ... cerca de 10.000 dosis de vacunas caducadas, la mayoría de ellas del preparado de Pfizer, aunque también es de este del que más viales han llegado a la comunidad y del que más se han administrado entre la población.
En concreto, según la información facilitada desde la Consejería de Salud, se han desechado 1.485 viales del suero germano-estadounidense y si se tiene en cuenta que de cada uno se extraen cinco pinchazos, solo de Pfizer La Rioja ha habido que destruir 7.425 dosis. Del mismo laboratorio, pero en formato pediátrico, 62 viales, (620 dosis, 10 por vial), 192 viales de Moderna, de los que se habrían extraído 1.920 dosis y tan solo 3 de AstraZeneca (30 pinchazos), aunque de este último apenas llegaron 53.000 antes de que España paralizara su administración.
Aunque a priori pueden parecer muchas las vacunas que Salud elimina en contenedores de residuos y que luego destruye la empresa que los gestiona, lo cierto es que las que finalmente no se han usado solo representan el 1,4% del total de las 689.825 entregadas a La Rioja a lo largo de toda la campaña.
La principal causa del desperdicio radica en que la población ha relajado la inmunización, especialmente con la dosis de recuerdo. Y aunque todavía hay riojanos que no han podido recibir este tercer pinchazo al no pasar los cinco meses que recomiendan que transcurra desde su último contagio, lo cierto es que la diferencia entre tasas hace pensar que son muchos los ciudadanos que directamente han optado por no ponérsela.
La tercera dosis de la vacuna frente al COVID no ha alcanzado las coberturas que lograron las dos primeras. Podría entenderse por el menor impacto que ha tenido el coronavirus, pero con una diferencia entre tasas tan amplia que cabe cuestionarse si esto podría vaticinar la acogida que tendrá la cuarta. Mientras la tasa de riojanos que cuentan con la primera y segunda dosis es, según los datos el Ministerio de Sanidad, del 97,3% si se tiene en cuenta la población mayor de 12 años y del 86,7% si se toma en consideración el conjunto de la población con datos del INE, la tercera dosis cae notablemente en algunas franjas de edad.
Entre los riojanos de 30 a 39 años, la mitad no habría recibido aún el tercer pinchazo, el 58% entre los de 20 a 29. Pero lo más llamativo es que los grupos etarios que prácticamente alcanzaron coberturas del 100% con la primera y segunda dosis, se han mostrado más reacios a la de recuerdo. Así, por ejemplo, el 18% de los mayores de 70 años se han negado por alguna razón a recibir la última, la segunda tasa más alta del país, solo por detrás de Melilla. De 50 a 59 años, el porcentaje de no vacunados crece hasta el 21%, que en números absolutos vendrían a ser unas 9.700 personas. La tasa es aún peor entre los riojanos de 40 a 49 años. En este caso, más de 3 de cada 10 (unos 10.800) no la habría recibido. La mejor tasa (92,44%) la arroja la población de 60 a 69 años.
A diferencia de lo que ha ocurrido con las dos primeras, con La Rioja a la cabeza en el ranking de tasas de cobertura, con la tercera nuestra comunidad se sitúa por debajo. De acuerdo con el informe de actividad del proceso de vacunación del Ministerio de Sanidad, en el conjunto nacional el 80,6% de la población de más de 40 años ha recibido la dosis de recuerdo, el 87,4% de los mayores de 50, el 92,6% de los que superan los 60 y el 92,55% de 70 en adelante.
Esta laxitud en la vacunación por parte de la población contrasta con la evolución del coronavirus que, si bien desde la sexta ola se ha mostrado menos virulento, sigue contagiando. Según la última actualización del pasado viernes, La Rioja sumó 415 nuevos contagios en los días previos, con lo que desde el inicio de la pandemia 101.292 personas de esta región han padecido la enfermedad.
Lo que ocurra con la cuarta es por ahora una incógnita, aunque lo cierto es que hasta después del verano, previsiblemente entrado el otoño, no se empezará a administrar esa nueva dosis de refuerzo y será exclusivamente para los mayores de 80 años y las personas que viven en residencias. Así lo matizó el Ministerio de Sanidad el pasado viernes, después de que la ministra Carolina Darias informara erróneamente de que se administraría a toda la población.
En la actualidad, la cuarta inyección solo la están recibiendo las personas inmunodeprimidas (transplantadas, en tratamiento por cáncer o mayores de 40 años con síndrome de Down), a quienes se les empezó a administrar a comienzos de año. Según los últimos datos, el 92,4% de los mayores de 70 años de todo el país (6,3 millones) ya tiene la tercera vacuna. En su día recibieron dos pinchazos, que completaron la pauta inicial, y una dosis de refuerzo el pasado otoño.
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