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Cartel de entrada a Álava. Miguel Herreros
El País Vasco propone la libertad de circulación entre comunidades en Navidad

El País Vasco propone la libertad de circulación entre comunidades en Navidad

La región también plantea permitir reuniones de hasta diez personas, levantar el confinamiento municipal desde el jueves 10 y ampliar el toque de queda hasta la 1.00 horas en Nochebuena y Nochevieja

LA RIOJA

Lunes, 30 de noviembre 2020, 19:53

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Confinamiento perimetral hasta la llegada de Navidad. Esta será una de las propuestas que el País Vasco presentará el próximo miércoles en el Consejo Interterritorial. En él, se abogará por la libertad de desplazamiento, tanto de los municipios pertenecientes al territorio como del resto de comunidades autónomas.

Sin embargo, de nada serviría que el País Vasco adoptase esta decisión si el resto de comunidades autónomas continúan cerradas perimeltralmente. Un claro ejemplo sería la situación actual en La Rioja, que, en principio, permanecerá clausurada hasta el próximo 19 de diciembre. Se necesita, por tanto, un consenso con el resto de Ejecutivos regionales. Si finalmente coinciden en este asunto, un vasco podrá desplazarse libremente a La Rioja o Navarra, y viceversa.

Por ello, la consejera de Salud del Gobierno Vasco, Gotzone Sagardui, ha apostado, según informa Efe, por llegar a un consenso en el seno del Consejo, porque, si no, tal y como ha explicado, se darían situaciones «difíciles» de gestionar si una comunidad levanta el confinamiento perimetral y otra colindante no, por ejemplo.

Reuniones de diez personas

En el Consejo también se defenderá la elaboración de un decreto de excepción para el agrupamiento familiar durante los días de Navidad. En concreto, se pedirá autorizar las reuniones de máximo 10 personas para los días de celebración, así como ampliar la movilidad nocturna el 24 y el 31 de diciembre hasta la una de la madrugada.

Esta ha sido otra de las cuestiones que ha desvelado la consejera tras la reunión mantenida en el consejo asesor del Plan de Protección Civil de Euskadi, que ha tenido lugar este lunes bajo la presidencia del lehendakari, Iñigo Urkullu. Este encuentro ha tenido lugar para definir la posición que va a mantener el País Vasco en la reunión con el resto de las comunidades autónomas y el Gobierno en el Consejo Interterritorial del próximo miércoles, y, en concreto, para tratar de fijar una postura común sobre las restricciones que van a estar vigentes las Navidades para evitar una propagación de la covid y que la región propondrá que se mantengan hasta el 8 de enero.

El Gobierno autonómico y el resto de instituciones vascas representadas en este consejo han decidido continuar por ahora con las restricciones vigentes en la comunidad, fundamentalmente el cierre de la hostelería, hasta, al menos, como estaba previsto, el próximo 10 de diciembre.

Se plantea mantener el toque de queda, en el caso de Euskadi entre las 22.00 horas y las 06.00 horas, excepto los días 24 y 31 de diciembre, que se ampliaría hasta la una de la madrugada de los días de Navidad y Año Nuevo. Esta ampliación sería solo para facilitar el desplazamiento al domicilio habitual y en ningún caso se permitiría la movilidad para la celebración de otro tipo de encuentros o fiestas en la calle ni en locales privados.

El número máximo de personas que se autorizarían sería de 10 en las celebraciones de los días 24, 25 y 31 de diciembre, y 1 y 6 de enero, Sin embargo, el Gobierno Vasco se muestra favorable a la supresión de eventos como comidas o cenas de empresas, de amigos o clubes deportivos. En el caso de celebrarse, se deberían realizar bajo grupos máximos de seis personas y con el resto de medidas preventivas.

También mostrará su posición favorable a la cancelación de eventos típicos navideños como las agrupaciones de canto en Nochebuena y víspera de Reyes, fiestas en las calles con motivo de las campanadas de fin de año, pruebas deportivas como las sansilvestres y Cabalgatas de Reyes y Olentzero en movimiento.

Entienden las instituciones vascas que el acuerdo que pudiera lograrse en el Consejo Interterritorial de Sanidad debería ser considerado como un «acuerdo de bases», que luego cada comunidad autónoma «interpretará y adaptará», según su situación epidemiológica.

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