Escepticismo y resignación en la hostelería de Haro
Los más perjudicados fueron los restaurantes, con cancelaciones y pérdida de cuadrillas enteras porque alguno de ellos no tenía el pasaporte
El certificado COVID ha llegado a Haro produciendo cancelaciones en algunos de los principales restaurantes de la ciudad. «Hemos dejado a bastante gente sin comer», ... reconocía Alberto Gutiérrez, del Asador Terete, uno de los locales que habitualmente no cierra sus puertas hasta haber dado un sitio a toda la gente que espera en largas colas a la entrada. Y es que este sábado hubo grupos en los que alguno de sus miembros sí tenían el certificado, pero otros no, por lo que al final optaban por irse: «Probablemente a otro establecimiento con menos aforo y en el que no pidiesen el certificado. Entiendo perfectamente que hay que tomar medidas, pero no sé si esta es la más acertada», comenta Gutiérrez con resignación.
Lo mismo pensaba su sobrino, Jaime del Val, quien cuestionaba su utilidad real. «Yo pido el certificado, pero no soy quién para pedir el DNI y confirmar que es la misma persona. Es una posición incómoda. Lo único que supone esta medida es dinero que no va a entrar porque hemos tenido cancelaciones también desde que se anunció su aprobación», insiste Jaime del Val, del asador Terete.
Por su parte, David Ijalba, propietario del bar-discoteca 'Lio20', considera poco práctico tener que pedir el certificado sin la identificación. Abría este sábado por la tarde solicitando el pasaporte COVID, para lo cual se han instalado una aplicación de lector de códigos QR, pero era escéptico: «No sé cuántos se habrán descargado la aplicación. De momento lo muestran. Esta noche, ya veremos, porque me consta que muchos jóvenes no lo tienen».
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