«Anormal normalidad» en El Sequero
La actividad se mantiene en el polígono de Arrúbal y Agoncillo, con especial movimiento en las firmas de transporte y logística
En el polígono industrial El Sequero había movimiento de camiones durante toda la jornada de este lunes. No era una jornada apacible, con lluvia intensa y los termómetros a 3 grados, pero se notaba la actividad. En la estación de servicio Norpetrol no paraban de recibir clientes para llenar el depósito de sus vehículos, sobre todo trailers de transporte.
Atendía en la gasolinera Alejandro Albelda, con guantes de látex. En Norpetrol se recomendaba a los clientes pagar con tarjeta de crédito y guardar una distancia de seguridad. «Hay mucho transporte pero no hay muchos vehículos, salvo los que van a las fábricas, así que está todo bastante más tranquilo que un día normal», valoró Alejandro, antes de añadir: «Estamos pidiendo a los clientes que entren de uno en uno para que no haya aglomeraciones y que se laven las manos».
Sobre el mostrador había disponible un bote de desinfectante, aunque él, que confesó que limpiaba a menudo el datáfono y «todo lo que toca la gente y nosotros con alcohol», admitió que «no me pongo la mascarilla porque se me empañan las gafas».
Algunas empresas parecían desiertas, sin luz en su interior ni rastro de vehículos en los aparcamientos. Otras, en cambio, contaban con numerosos coches en sus instalaciones, como Würth, Arluy, MASA, Domiberia, Crown... aunque en las que se registraba mayor movimiento era en las de transportes y logística, como Arnedo, Transáez, Navajas, Logista... En Grafometal, por ejemplo, se mantenía la producción al 100%, solo cambiaba que algunos de sus 180 trabajadores ejercían el teletrabajo y que los camiones esperaban en la avenida de Cameros a poder entrar y descargar, puesto que se había restringido el acceso de uno en uno.
Pedro Luis, camionero murciano, esperaba en la cabina de su tráiler después de haber llegado desde Murcia, a donde tenía que regresar. «La circulación está bien, solo que aquí hay que tener paciencia», reconocía. José Mª Sáenz del Arco, de Transportes Ocón, esperaba igualmente al volante. «Está siendo desastroso, hay que esperar mucho porque hay muchas medidas de seguridad», comentaba José Luis, que llevaba toda la mañana yendo y viniendo de Logroño.
Juan Marín, director comercial de Grafometal, informaba de que tenían prohibido el paso a toda persona ajena a la empresa por precaución, aunque no había tenido ningún positivo en coronavirus. «Estamos muy pendientes de lo que ocurre y muy preocupados, aunque seguimos trabajando con normalidad», declaró Juan Marín. Aunque lo ideal en Grafometal sería continuar con «esta anormal normalidad, manteniendo la producción en la medida en que nos surtan de materias primas, porque esa es nuestra máxima, la actividad vendrá marcada por el día a día», subrayó Marín,