De 'chivata' en el asesinato de un vecino de Logroño a candidata de EH Bildu

El Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite) ha denunciado que, además de Uzkudun, otras 43 personas que integran las listas de EH Bildu en el País Vasco y en Navarra a las elecciones autonómicas y municipales del 28-M estuvieron condenados en el pasado por pertenencia y colaboración con ETA.

En el caso de Uzkudun, su participación fue clave para asesinar a Larrañaga, quien en 1980 se había tenido que mudar a la capital riojana después de sobrevivir a dos atentados etarras.

El pasado mes de marzo, Eva, la hija de José Larrañaga recordaba en una emotiva entrevista a Diario LA RIOJA lo sucedido: «Fueron a pasar las vacaciones de Navidad al pueblo, como siempre, menos su hermano que estaba haciendo la mili en Plasencia (Extremadura). Eva y su hermana estaban en casa de sus tíos, y sus padres llegaban a Beasain desde Logroño ese mismo día. Su tío se encargaba de recogerlos en la estación de autobuses y llevarlos a Azcoitia. Esa misma tarde Eva se encontró a su padre en la calle. 'Le dije: hombre, atte, así es como decíamos aita en Azcoitia, me pasó la mano por la cabeza y contestó: Luego nos vemos, gero arte'. Pasaban las nueve de la noche y su padre todavía no había aparecido por casa de sus tíos. 'Llamaron por teléfono, lo cogió mi tío Patxi y le dijeron que habían matado a mi padre al salir de un bar, cuando se despedía de los amigos con los que había salido de chiquiteo. Le habían pegado unos cuantos tiros por detrás, en la nuca y estaba en la calle muerto. Aquello fue devastador', recuerda«. Eva tenía 17 años, Maite 19 y Fernando 22.

Pero, ¿qué hizo la ahora candidata de EH Bildu en las municipales del 28M? Esa Nochevieja, tres terroristas se alojaban en casa de Uzkudun, que trabajaba en un bar de Azcoitia. Ella les avisó telefónicamente de que Larrañaga estaba en el bar tomando vinos con su cuadrilla para celebrar la Nochevieja, por lo que los tres etarras acudieron a las puertas del bar en un coche robado (con conductor secuestrado incluido). Una vez fuera del establecimiento, esperaron a que saliese y le dispararon por la espalda hasta matarle. Y huyeron del lugar con rumbo a casa de Uzkudun, que fue detenida posteriormente, al igual que los otros etarras.

Tras la publicación de este informe, Covite considera «especialmente grave» y «un peligro para la democracia» que personas con un historial criminal y terrorista opten ahora a cargo público, sin que se tengan en cuenta sus antecedentes penales.

«Ninguna democracia digna, ningún Estado de Derecho consciente del significado de sus víctimas del terrorismo permitiría que las puertas giratorias de los terroristas fuesen la política. Que estas personas puedan llegar a ocupar cargos públicos, como si no hubiesen supuesto una gravísima amenaza a la democracia en el pasado, es preocupante y decepcionante», ha afirmado Consuelo Ordóñez, presidenta de Covite tras dar a conocer estos datos.