Chequeo para la nueva vida del viejo Palacio de Justicia
La rehabilitación el edificio que unificará desde 2027 los servicios del Estado en la región se encuentra en su fase preliminar
En la antigua sala de vistas de la Audiencia Provincial, que fue el corazón de la justicia riojana, solo quedan cuatro robustas mesas, dispuestas como quedaron, en forma de 'U', un CD y una llave tirados sobre una de ellas, unos papeles caídos y una considerable capa de polvo. No hay bancos ni sillas, ni ese escudo nacional que presidió tantos juicios. El Palacio de Justicia de la calle Bretón adquirió en 2016 el adjetivo de viejo, quedando aparcado en el centro de Logroño en busca de una nueva vida. La encontrará, según los planes, en 2027, pero antes de su reconstrucción afronta un chequeo estructural que ofrezca un diagnóstico sobre cómo le ha sentado el paso del tiempo.
El trajín judicial hace mucho que se ha olvidado. El ruido de acelerados pasos y conversaciones es ahora de piquetas y cascotes. El Palacio de Justicia se desgaja con unas catas de muestra que pretenden comprobar su estado, conocer de qué manera hay que actuar sobre el célebre edificio. Las bases de su rehabilitación dependen de este examen, con la intención de licitar la obra este mismo año. Paredes con ladrillos a la vista, boquetes en el suelo, techos revelando su antiguo tejado de madera... Comprobaciones aquí y allá que descubren las tripas de un inmueble con mucha historia entre sus muros.
El 10 de julio de 1952 se estrenaba el juzgado con la lustrosa visita de tres ministros de la dictadura. Un Palacio de Justicia que fue ganando terreno a lo largo, hacia el teatro Bretón que integrará ese espacio, y a lo alto, con el último piso que todavía retiene esa huella que le inscribió su uso primigenio como planta de viviendas y que no cambió en los noventa, cuando fueron invadidas por despachos y secretarías.
Ahora el horizonte se fija en 2027, cuando la administración estatal espera centralizar la mayor parte de sus recursos en la región y ahorrarse algo más de 200.000 euros que asume anualmente en alquileres, cifra que ya era cuatro veces mayor hace una década. «Conseguiremos mejorar la atención al ciudadano, optimizar recursos y revitalizar una zona que perdió actividad con el traslado de los juzgados», señalaba Beatriz Arraiz, delegada del Gobierno en La Rioja.
Servicios de atención que se prestan en la delegación, el área de industria, de agricultura, parte de Hacienda, demarcación de carreteras, la oficina de la Aemet… Recursos a integrar en ese edificio que mantendrá su historia pero que mudará su interior.
«Si me abres sin diligencia, ciérrame con prudencia», reza un cartel en una puerta arrancada del vestíbulo, como si alguien al haberlo leído se hubiese tomado la justicia por su mano. Yes que el Palacio, pese a lo que diga su clásica entrada principal, ya no es de justicia, espera una nueva razón de ser.