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Un día para celebrar una Rioja «sin complejos ni escepticismos»

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Justo Rodriguez

Un día para celebrar una Rioja «sin complejos ni escepticismos»

San Millán revive el acto central del Día de La Rioja en la despedida de Ceniceros | «Ser Presidente de la Comunidad de La Rioja ha sido un enorme privilegio, que nunca podré agradecer lo suficiente»

Pablo Álvarez

Logroño

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Domingo, 9 de junio 2019, 13:10

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San Millán ha revivido este domingo el ritual y la celebración de cada 9 de junio. Un ritual casi fijado, con sus hitos repetidos y se diría que inmutables. Un día de celebración, de premio, de discursos más o menos emocionados, de tiros largos y música sinfónica.

Pero cada 9 de junio tiene su afán, y éste no iba a ser menos. En esta ocasión, la novedad era en realidad una despedida: la de José Ignacio Ceniceros y su gobierno.

«Ser presidente de la Comunidad de La Rioja ha sido un enorme privilegio, que nunca podré agradecer lo suficiente», casi concluía Ceniceros su discurso, agradeciendo «que he sentido un gran afecto y confianza, y hasta la comprensión cuando hemos cometido algún error».

Un discurso, pues, con ese olor a adiós anticipado, en el que el presidente en funciones aún aludió a uno de sus lemas de sus cuatro años de mandato. Así, frente a representantes de todas las formaciones políticas y sociales, llamaba a «continuar ese diálogo político sincero y comprometido con La Rioja».

Una llamada al diálogo porque, decía, «nada insuperable lo impide. Porque tenemos ejemplos en cuestiones fundamentales, como son la posición común en relación a la financiación autonómica o el acuerdo de las infraestructuras necesarias y demandadas por La Rioja. Unas cuestiones que no nos dejan desarrollarnos en igualdad y plenitud».

«He comprobado que, por encima de las diferencias, nos une el amor por esta tierra. Y muestro mi seguridad de que el futuro de La Rioja va a ser mejor que su presente o su pasado». «Eso», concluía Ceniceros, «depende de nosotros, más que en cualquier tiempo anterior de nuestra historia. Depende de que cada uno de nosotros sigamos aportando lo mejor de nosotros mismos en la consecución de esa Comunidad más moderna, más abierta, más prospera y socialmente equilibrada que todos queremos».

La mejor afirmación

Ceniceros cerraba así el acto protagonizado por la entrega de las Medallas de La Rioja, los galardones de Riojano Ilustre y el de las Artes. Sus protagonistas (la UNIR, la CLA Pepe Eizaga, José Luis López de Silanes, Basilio García y Diego Urdiales) son, para Ceniceros, «la mejor afirmación de que en nuestra Comunidad no deben existir razones para complejos o escepticismos». «Y nos recuerdan», seguía, «que a La Rioja nadie le ha regalado ser hoy la Comunidad de régimen común con mayor calidad de vida y con menor grado de desigualdad social».

Sin embargo, advierte el todavía presidente, «habiendo hecho grandes cosas juntos, todavía nos quedan grandes cosas por hacer para llevar a La Rioja a un futuro de mayor plenitud». Así, Ceniceros aludía a consolidar «una identidad fuerte, asumiendo los elementos que nos unen, reflejando los rasgos que nos caracterizan y dotándolos de los instrumentos necesarios para ese progreso». «Lo que se traduce», explicaba, «en la consecución de un mayor autogobierno en el marco que la Constitución nos ofrece».

Tras una (bastante larga) ovación para la despedida de Ceniceros, el acto tuvo epílogo musical, de la mano del Collegium Musicum La Rioja y, no podía ser menos, la Compañía Lírica de Aficionados Pepe Eizaga, Medalla de La Rioja este año.

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