«La carga administrativa de este trabajo es casi mayor que la del campo»

– ¿Fue fácil poner en marcha el negocio?

– Cuando empecé, me acogí a unos proyectos del Gobierno de La Rioja que había de campos demostrativos. Ellos lo valoraron, lo movieron y lo aprobaron. A partir de ahí comenzamos nuestra andadura. No conocía mucho el cultivo de azafrán, pero dentro de la oferta que había en esa convocatoria, decidimos probar y ver qué tal. También tenía una serie de ayudas y aprovechándome un poco de esa situación, me decidí a hacerlo.

– ¿Su explotación agrícola es exclusivamente de azafrán?

– No, también tenemos algo de viñedo, olivo y almendro. Pero es una explotación de las dimensiones habituales en La Rioja, sobre todo en nuestra zona, de tamaño más bien pequeño.

– ¿Por qué cree que hay tan pocas mujeres en la región al frente de una explotación agrícola?

– Yo creo que, al final, históricamente el trabajo del campo siempre ha recaído más en manos de los hombres, tradicional y culturalmente. Pero igual a partir de ahora, con la gran carga administrativa que supone gestionar una explotación agrícola, como estas labores recaían habitualmente en las mujeres, puede que aumente la cifra. Porque el tema administrativo se está poniendo imposible.

– ¿Qué supone hoy día gestionar una explotación agrícola?

– Actualmente no es la idea que se tenía antes de un agricultor que se levanta por las mañanas, engancha el tractor y se va al campo. Eso es prácticamente lo último que hace. La carga administrativa es casi mayor que ese trabajo. Ahora estás todo el día con trámites, cuadernos digitales, incidencias... y es un tiempo muy importante que tienes que dedicar a burocracia.