«Los docentes se callan menos»: desciende el número de agresiones en La Rioja
ANPE-Rioja constata un descenso de los casos atendidos por el Defensor del Profesor, con 14 conflictos registrados y ninguna agresión física
Juan Marín del Río
Logroño
Jueves, 20 de noviembre 2025, 12:33
«Los profesores cada vez se callan menos». El Defensor del Profesor de ANPE-Rioja, Andrés Toledo, ha presentado este jueves el informe anual correspondiente al curso 2024/2025, que refleja un descenso notable en las intervenciones realizadas en la comunidad autónoma. En total, el servicio atendió 14 casos, frente a los 27 del curso anterior —un año con especial incidencia— situando la media anual en 13,89 conflictos.
El descenso, según ha explicado, se relaciona con varios factores. El reconocimiento de la autoridad pública del profesorado dentro de la normativa riojana durante el último año y medio ha significado un avance que «aporta seguridad jurídica y mejora la convivencia». También el refuerzo a los coordinadores de convivencia y la creación, en 2024, de un equipo especializado en bienestar emocional, salud mental y trastornos de conducta. «Es pronto para ver todos los efectos, pero ya ha comenzado a actuar y a aportar estabilidad a los centros», ha afirmado.
Además, el Defensor del Profesor ha subrayado un cambio cultural positivo: el profesorado es cada vez más asertivo a la hora de pedir ayuda. «Los docentes se callan menos. Cuando tienen un problema lo comunican, lo comparten y buscan apoyo. Eso permite detectar situaciones que antes quedaban ocultas», ha señalado.
Respecto a los niveles educativos en los que se producen más incidencias, Toledo indicó que se concentran en los últimos cursos de Primaria y en Secundaria —quinto y sexto—, aunque ha destacado una «tendencia creciente en Formación Profesional». «No es que haya más casos, pero sí más conflictos sostenidos en el tiempo, especialmente relacionados con la presión por las calificaciones o el deterioro de la comunicación entre alumnos y profesores», ha explicado. No se registraron casos ni en Educación Infantil ni en enseñanzas de régimen especial.
El 53% de las intervenciones del curso pasado estuvieron relacionadas con conflictos con el alumnado, principalmente «dificultades severas para dar clase, falsas acusaciones o faltas graves de respeto». Aunque no se han detectado agresiones físicas, sí han aparecido episodios de violencia verbal o conductas de acoso, como seguimientos a profesores fuera del centro. «No llegan al nivel de los casos que han saltado a la prensa nacional —haciendo referencia al caso de una profesora acosada en Plentzia—, pero existen, y generan un fuerte impacto emocional», ha indicado Toledo.
En cuanto a los conflictos con las familias —que representan el 31% de los casos—, ANPE considera que las quejas o denuncias presentadas directamente ante Inspección o altos cargos de la Consejería, sin un contacto previo con el docente, constituyen «una forma de generar conflicto innecesario». El 16% restante de las intervenciones se relaciona con problemas surgidos entre compañeros docentes o con la propia administración.
Salud mental
Toledo ha recordado que este servicio, de carácter nacional, cumple ahora 20 años. Desde su puesta en marcha en 2005 —y un año después en La Rioja— ha atendido más de 46.000 casos en todo el país. A nivel nacional, durante el curso pasado se registraron 2.004 casos, un 4,6% menos que en el ejercicio previo.
La salud mental del profesorado continúa siendo una preocupación central. El 100% de los casos atendidos presentaron ansiedad y un 7% síntomas depresivos. Dos tercios de los docentes necesitaron baja laboral. «La violencia explícita ha disminuido, pero la violencia sutil —la denuncia injustificada, el seguimiento, la acusación falsa— deja una huella psicológica profunda», ha advertido.
Toledo valoró positivamente los nuevos decretos de convivencia (39/2025) e inclusión educativa (43/2025), aprobados en 2025, que actualizan la normativa y refuerzan la figura del docente como autoridad educativa. «Es un paso en la dirección adecuada para dignificar la profesión y recuperar el respeto social que merece», ha concluido.