Esther Herranz | Diputada popular del Parlamento Europeo
«La Administración Trump se ha ido relajando y bajando sus exigencias. Estamos a la espera»La eurodiputada riojana cree que la aparición de «tres grupos más a la derecha» ha centrado la posición política de su partido, que tiene mayoría
Licenciada en Filosofía y Letras por la Universidad de Zaragoza, la logroñesa de 55 años Esther Herranz regresó el año pasado al Parlamento Europeo para ... la que es su segunda etapa, tras en la que ejerció de diputada entre 2002 y 2019, como miembro del Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata-Cristianos), y después de haber sido directora general de Fondos y Relaciones con la Unión Europea del Gobierno de La Rioja. También es la vicepresidenta de la Comisión de Medio Ambiente, Clima y Seguridad Alimentaria y copresidenta del Intergrupo Vino.
– ¿Cuáles han sido las conclusiones del congreso del Partido Popular Europeo celebrado esta semana en Valencia?
– El Partido Popular Europeo no solo cuenta con miembros en la UE, también en el resto de Europa, como Moldavia. Hemos reelegido al único candidato presentado, el alemán Manfred Weber, quien también preside el grupo parlamentario europeo, y Dolors Montserrat es la secretaria general. La situación geopolítica en la que nos encontramos es novedosa. La gran aliada de Europa en el siglo XX, EE UU, está girando y nos pide mayor inversión en defensa. También hemos hablado de problemas como la emigración, sobre todo en el sur de Europa, pero que debemos resolver entre todos.
«Siempre hemos defendido que el mix energético debe ser liberado y que las nucleares generan energía limpia»
– ¿Cómo se ha encontrado el Parlamento Europeo en su regreso, hay más división y confrontación política, como en España?
– La verdad es que el trabajo legislativo se hace a través de la negociación y las relaciones personales, algo que era más habitual antes en España. Sí que en las últimas elecciones se ha producido un cambio importante en la configuración del Parlamento Europeo y hay grupos que aún no han asimilado que han perdido. En el caso del Partido Popular Europeo, tenemos tres grupos más a la derecha, lo que ha centrado mucho nuestra posición política. La izquierda debe aceptar que el PPE es el partido mayoritario y hay que buscar equilibrios, pero trabajamos para que haya buena relación y disposición.
– ¿Qué opinión le merece Salf y Alvise, quien, ahora como eurodiputado, parece tener menos repercusión mediática que cuando no era electo?
– No estoy de acuerdo. Al contrario, está apareciendo en los periódicos, lamentablemente, por la Justicia, que le persigue. Hay que esperar a que los jueces hagan su trabajo y nos digan qué hay de verdad en las acusaciones que ha recibido.
«Si un gobierno no reconoce que se ha equivocado no va a poner los medios para que no vuelva a suceder»
– Después del terremoto que supuso días atrás el anuncio de los aranceles de Trump, ¿se ha calmado la política internacional en ese aspecto?
– Ha sido como una montaña rusa. Desde octubre pusimos sobre la mesa que se acababa el acuerdo previo sobre los aranceles con EE UU, por el que el aluminio y el acero que importamos tenían uno bajo. Anteriormente ya hubo un problema por el cual se impusieron unos aranceles a EE UU, a los que contestaron con otros al 'bourbon', que es lo que no producimos en Europa. Al final, paga el sector del vino y espirituosos. Desde el Intergrupo Vino pusimos sobre la mesa esta situación, nos movilizamos desde la campaña electoral de Trump y, afortunadamente, hubo escucha desde la UE. Luego, lo inédito y peligroso es que se anunciaron aranceles del 200%, pero la Administración Trump se ha ido relajando y bajando sus exigencias. Finalmente nos encontramos en una situación de espera. La diplomacia y negociación son la solución. Ahora estamos más tranquilos pero vigilantes.
– ¿Cree que la UE ha hecho lo suficiente en la guerra de Ucrania?
– La UE ha dado apoyo a Ucrania y es innegable que queremos una defensa clara de la libertad y la democracia. La gran mayoría del Parlamento Europeo apoya a Ucrania, lo que no quita que haya grupos políticos, marginales, que no defiendan esa postura.
– ¿Cómo se ha visto el apagón del pasado lunes desde Europa?
– Muchos lo vivieron en primera persona porque estaban en España. De hecho, muchos compromisarios populares no pudieron llegar el lunes a Valencia porque estaban en Madrid. Faltaron un tercio. Casualmente, en la delegación española habíamos celebrado un estudio sobre la energía nuclear, sus posibilidades, si es o no limpia... Primero se vivió con sorpresa, luego con incredulidad que el Gobierno español no tenga claro que hay que garantizar el suministro energético esencial para crecer y el bienestar ciudadano. Lo que hay que lamentar son las cinco personas que han muerto debido al apagón porque necesitaban electricidad para poder respirar o porque una vela con la que se han alumbrado ha originado un accidente.
– ¿El PPE apuesta por la energía nuclear?
– Siempre hemos defendido que el mix energético debe ser liberado y que, dentro de él, las nucleares generan energía limpia y necesaria. Los españoles nos apoyamos mucho en la energía francesa y el 70% es de origen nuclear. Además, Portugal sufre con España el mal gobierno energético y padeció igualmente el apagón. Lo que pide el PP, lo primero, es información sobre lo que pasó, que de verdad se haga un ejercicio de reflexión sobre lo que lo causó y se reconozca el error. Si un gobierno no reconoce que se ha equivocado no va a poner los medios para que no vuelva a suceder y esto es lamentable.
– ¿Cómo le afectó a usted el apagón? ¿Dónde se encontraba?
– Acababa de llegar a Valencia y nos encontramos que no podíamos registrarnos en el hotel ni acceder a la habitación. Decidimos irnos a pasear y anduvimos buscando un lugar donde comer algo, frío, porque no se podía cocinar, y afortunadamente encontramos uno donde nos sirvieron una ensalada. En mi caso, viví la preocupación de tener una madre de 86 años y una hija de 11 y quería saber si estaban bien, dónde estaban, que no se hubieran quedado atrapadas en un ascensor... La que más me preocupaba era mi madre, y mis tías mayores, porque mi hija estaba en el colegio. Al final, a través de WhatsApp, que a veces funcionaba y otras no, conseguimos contactar. Me alarmé cuando dijeron que se podía alargar días, porque no podemos estar así tanto.
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