Hortalizas por los cielos

El pasado mes de diciembre el IPC se apuntó una subida con fundamento: el 1,6%, recuperando para los consumidores una palabra (inflación) que nos había abandonado durante el periodo duro de la crisis. Casi todos los análisis previos apuntaban a que el alza del carburante tiraría de los precios hacia arriba, y sin duda lo hizo.

Pero resultó que, en plena subida, a las gasolinas les salió un competidor. Y así, el artículo de la cesta de la compra que más subió a finales de año fueron... verduras y hortalizas. Y si diciembre fue duro, no es nada comparado con enero: algunos productos se han duplicado en el supermercado en apenas quince días.

¿El culpable? Si Rajoy le echa la culpa de la subida de la luz a la falta de lluvia, con más motivo podría mirar al cielo para explicar este cambio: el temporal de las últimas semanas ha hecho que el mercado de hortalizas se ponga literalmente patas arriba.

Y es que Europa se ha quedado básicamente sin producción. Sólo España ha resistido a un aquelarre que ha acabado con las cosechas, o al menos las ha ralentizado en bastantes puntos del continente. Incluso países que normalmente en este momento estarían exportando verduras, como Italia, se han convertido en importadoras por culpa del tiempo. Y donde sí está habiendo producción, como en el sureste español, también se ha notado el temporal que ha hecho que las cosechas se ralenticen en muchos puntos.

Berenjena disparada

De ese modo, las cotizaciones de productos como tomates, lechugas, pepinos, pimientos, calabacines y berenjenas, entre otros, se han incrementado en origen en porcentajes que rondan el 50%, llegando a duplicarse en algunos casos. Unos más, y otros menos: según los datos del Ministerio, la berenjena está siendo la «reina» de la subida, con un alza de precios de un 131%. El calabacín aumentó más de la mitad, un 60%; el tomate un 46% y la alcachofa un 44%.

Todo eso se está notando en las tiendas y en los bolsillos del consumidor, y seguirá igual (o parecido) durante semanas: las previsiones auguran que el mercado no se normalizará hasta marzo.

Por cierto, que mientras en algunas regiones, como en el Levante, los agricultores se frotan las manos ante un aumento de ingresos imprevisto, en La Rioja la cosa no llega a tanto. Lo explica Salva García, responsable de compras y ventas de la cooperativa El Raso de Calahorra, una de las que más hortaliza mueve en la región. «En otras regiones se está notando más porque funcionan por subastas, pero aquí cada uno va por libre».

De hecho, señala, «en las últimas hojas de precios hay productos, como la coliflor o la judía verde, que están bajando». Así las cosas, en el campo riojano se está notando la subida «en tres productos contados, sobre todo pepinillo, berenjena y calabacín». «Pero la cosa no durará mucho; cuando en Almería vuelvan a subir de 20 grados y las cosechas se activen, los precios bajarán».