Dieciséis padres de la Casa Cuna rechazan que hubiera malos tratos
Los testigos de la defensa de las tres imputadas achacan a «cosas de la prensa» las presuntas agresiones en la guardería municipal y elogian el trabajo de las cuidadoras
LUIS J. RUIZ
Lunes, 16 de marzo 2015, 23:02
El juicio de Casa Cuna -en el que el fiscal pide una pena de un año y ocho meses para la exdirectora del centro, Noelia O.A., y de ocho meses para cada una de las profesoras acusadas, Verónica G.E. y María del Carmen A.F., por un presunto delito de violencia habitual- despidió ayer las declaraciones de los testigos.
En otra jornada maratoniana, por el juzgado de lo Penal pasaron ayer 16 testigos (todos de la defensa) en una sesión en la que también se leyó la declaración de una madre que ahora reside en el extranjero. La suya fue, precisamente, la única voz discordante de una sesión en la que fue unánime la defensa a capa y espada de la labor de las empleadas de Casa Cuna, -no la de gestión de Eulen: «Ha sido pésima. Era una locura. El problema de Casa Cuna es la gestión de Eulen»- en la que acusaron a los medios de comunicación de inventarse los episodios de violencia narrados en sede judicial y en la que dejaron entrever su indignación con las acusaciones de los padres afectados.
La sesión de ayer arrancó con la lectura de la declaración de la última testigo propuesta por el fiscal en la que apuntaba que su hija tenía «terror» a pasar por la puerta de Casa Cuna, aseguraba que le reconoció que Noelia O.A., la exdirectora, le pegaba y que su hija estuvo «más de 15 días sin hacer caca en la guardería. Tenía miedo. Al llegar a casa pedía un pañal, se iba a la oscuridad y se escondía para hacer caca. Tenía miedo a Noelia O.A.».
Leída la declaración, llegó el turno de los testigos de la defensa. Entre ellos la madre de una de las niñas presuntamente agredida: «No sabía que recibió una bofetada, pero mi hija nunca salió con la cara marcada. No puede ser. No me lo creo. Creo que mi hija nunca recibió esa bofetada», le contestó al fiscal, después de asegurar que cuando Noelia fue la tutora de su hija -un año antes de que accediera a la dirección del centro y de los presuntos malos tratos- quedó «muy satisfecha».
«Creo que no hizo nada»
En la misma línea la madre del menor que, según denunció la clienta de un hotel próximo, fue agredido por Carmen en el interior de una de las aulas, aseguró que la propia tutora se reunió con ella tras la visita de la Policía Nacional para explicarles lo que había pasado. En sede judicial se mostró comprensiva con la forma en que intentó controlar a su hijo, que es «muy movido. No creo que hiciera nada. No considero que hubiera maltrato». En un primer momento esta madre estaba personada en la causa contra las imputadas, si bien finalmente decidió no ejercer acciones.
Una de las más combativas -con la prensa e incluso con los padres que han denunciado- fue la madre de dos menores, una de las cuales continúa en el centro. «Estoy cansada de oír barbaridades en la prensa referidas a mis hijos», arrancó antes de asegurar que cuando se enteró de las presuntas agresiones se reunió con la entonces directora, Noelia O.A., que le dijo que quienes habían hecho público esos supuestos hechos «era un grupo de personas que no iban a seguir trabajando en el centro». La cuidadora que destapó el caso contó «una película de terror» y «aparecieron padres como leones pidiendo firmas para echar» a la exdirectora y a las tutoras imputadas.
Otra de las madres apuntó que «todo era sensacional» y que «eran exagerados con la limpieza de los niños». Relató que en una de las reuniones de inicio de curso una de las madres expuso las presuntas agresiones «pero ninguno de los padres presentes explicó que hubiera notado algo en sus hijos». «Eran todo 'dimes y diretes' y la imaginación de los niños es desbordante», completó.
Sin comportamientos extraños
El resto de padres -muchos de ellos no tuvieron a ninguna de las tres imputadas como tutoras en el año 2012/2013 y quien tuvo a Noelia fue un curso antes- aseguraron ante la juez que no han percibido ningún comportamiento en sus hijos que puedan achacar a episodios de malos tratos en la guardería municipal que gestiona la empresa Eulen. De igual manera, y en relación al supuesto lanzamiento de zuecos a los menores, los padres explicaron que en ningún momento supieron de esa práctica.
Una de las madres, previa autorización de la juez, leyó en la sala una carta suscrita poco después de los hechos por varios padres y en la que aseguraron estar tranquilos y no albergar «ninguna duda» sobre las profesoras en relación a los «rumores» sobre las presuntas agresiones.
El juicio quedará visto para sentencia tras la sesión de esta mañana en la que los abogados y el Ministerio Fiscal presentarán sus conclusiones.