Las diferencias de precios de productos alcanzan hasta el 500%

Los profesionales del sector no dudan de que el 'preciobajismo' es un gancho para atraer clientes, mientras que la realidad sigue mostrando disparatadas diferencias entre los precios que ellos perciben y los que paga el consumidor.

En este sentido, según la Hoja Semanal de Precios que publica la Consejería de Agricultura del Gobierno de La Rioja correspondiente a la semana pasada, la diferencia entre lo que cobra por un kilo de patata o de repollo un agricultor y lo que pagó por esta misma cantidad un consumidor ronda el 500%. Con la pera conferencia sucede algo parecido (300%) y lo mismo con el brócoli, mientras que las acelgas y la borraja presentan también diferenciales de en torno al 200%.

El agricultor se pregunta dónde quedan los márgenes, cuando son ellos los que asumen las consecuencias si hay sequías o heladas, los que pagan los seguros o los que conviven con los cada vez mayores daños de la fauna: «Estamos viendo arranques de árboles, de frutales, abandono de explotaciones hortícolas porque todos los costes suben menos el precio del producto», señala Tomás Latasa, secretario general de UPA. «Necesitamos que los políticos se impliquen en el problema -continúa- y pongan soluciones de una vez por todas».

En cuanto al valor de la producción agraria, se mantiene más o menos estable durante todo el siglo, mientras los costes de producción se han multiplicado, las explotaciones agrarias han bajado y la superficie media por explotación ha ido creciendo. Es decir, son necesarias más hectáreas de tierra para ejercer la actividad.

Las fluctuaciones del valor de la producción final agraria vienen marcadas en gran parte por el sector de vino. Así, 1998 y 1999, con precios récord para la uva, marcan el pico histórico para la renta agraria, mientras que 2009 y 2010 son los peores años del siglo. El cultivo de la vid sigue desplazando al resto y supera ya el 36% del total de la ocupada (30% a comienzos del siglo), mientras que rebasa el 45% del valor de la producción final agrícola y ganadera de la región (38% en el año 2002): «El año pasado el precio de la uva cayó un 20% respecto al 2018, con lo que, si éste tenemos una nueva caída, estaremos hablando ya del umbral de rentabilidad también en este cultivo», advierte Eduardo Pérez Hoces, secretario general de ARAG-Asaja.